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VILLARREAL - STEAUA DE BUCAREST

El Villarreal de Dos Santos sufrió pero calificó a los mejores 32

Sansone adelantó, pero el congoleño perdonó y dio vida al Steaua, que empató e inquietó a Asenjo. El resultado de Turquía dio paz antes de que una vaselina trajera el segundo puesto.

MéxicoActualizado a
El Villarreal de Dos Santos sufrió pero calificó a los mejores 32

El Villarreal está en dieciseisavos de final repitiendo la misma fórmula de este curso: tras adelantarse y gustar, después de perdonar y pidiendo la hora por un ataque de pánico que casi le deja en la cuneta. Sansone confirmó la mejoría del Villarreal en el primer tiempo con los titulares al frente, pero Bakambu perdonó como tantos otros jueves con una incidencia decisiva en el juego y los corazones: acomplejó a su equipo y resucitó al Steaua. Achim empató a los 43 segundos de saltar al campo (minuto 55) y si no es por Asenjo y su mano salvadora y, sobre todo, por el resultado de Turquía, más de uno no llega con vida al final. Trigueros, pura magia, acabó con el sufrimiento en el 88’ con una vaselina tan bonita como sanadora.

El inicio del Villarreal había sido perfecto. Recuperó la mordiente, la intensidad y hasta el toque. Escribá acertó reforzando el medio campo con Jonathan y juntando de nuevo a Sansone con Bakambu en ataque. Pato es tan bueno con balón como distraído al perseguirlo. El Steaua vivía obsesionado con no perder el sitio y con sacar el máximo partido a sus contras. Así, el balón fue casi siempre para Bruno y Trigueros, siendo Mario el que más se benefició de la visión de juego de ambos regalando diagonales. En una de las innumerables subidas por la derecha del lateral llegó el 1-0. Su centro lo aprovechó Sansone, con remate y rechace incluido, para recordar lo que era una celebración. El Villarreal, dada su experiencia europea de ponerse por delante y echarse a dormir, se lanzó sin disimulo a por más. El Steaua estaba en Bucarest. Bakambu no lo entendió. La lesión con la que arrancó la temporada ha mermado sus poderes.

El error del congoleño en un mano a mano en el 46' despertó los fantasmas, y a la vuelta de vestuarios vimos un Submarino a la deriva y un Steaua hambriento. Poco a poco el Villarreal fue borrando su sonrisa. Primero cedió la posesión (48%-52%). Después perdió el sitio. Y más tarde comenzó a empequeñecerse al mismo tiempo que el Steaua iba sacando nuevas torres. El empate de Achim no fue casualidad. La jugada nació en una mala decisión de Jaume Costa en defensa al ir al suelo a la desesperada, siguió con un centro perfecto de Tames y acabó con un cabezazo del delantero recién bautizado.

A partir de ahí todo fueron nervios y prisas. El Villarreal las tuvo por solucionar la papeleta. El Steaua por lograr una remontada milagrosa. Y la grada por no decir adiós a dos competiciones europeas en tan solo cuatro meses. La tranquilidad no la aportó nadie en El Madrigal. La calma vino vía Turquía. El Osmanlispor, líder del grupo, marcó en su duelo ante el Zúrich a falta de un cuarto de hora, por lo que convertía el accidente del Villarreal en otro feo borrón sin importancia. Después llegó la expulsión de Tamas y los resoplidos generales. Trigueros no hizo más que maquillar las portadas con un golazo de genio. El Villarreal, que acabó perdonando una goleada en el descuento, ha cosechado más empates (3) que victorias (2) en esta Europa League, pero estará en la siguiente fase como segundo. Guste más o guste menos.