Los 5 retos del Real Madrid para el Clásico del Camp Nou
A seis puntos del Barça, el Madrid llega como sólido líder. Además del triunfo, los blancos buscarán otros logros colectivos e individuales (Cristiano, Zidane...).
El del sábado será el partido de mayor dificultad en lo que queda de este feliz 2016 para el Real Madrid. Una victoria le seguiría encaramando en lo más alto de la clasificación y reforzaría unas sensaciones muy respaldadas por los resultados. Estos son sus cincos principales retos de cara al último Clásico del año, el primero de lo que va de temporada.
Que sea determinante
Ya avisó Luis Enrique, tras el punto arañado en Anoeta, que el Clásico se presentaba determinante. Así será, en clave madridista, si termina por hundir en el Camp Nou a un Barça que le espera tocado. Para ello necesitará una victoria que le ponga a nueve puntos de su más fiel enemigo cuando apenas han aparecido los turrones en los supermercados, lo que le dejaría LaLiga que ni pintada. El empate sería mucho menos decisivo y la derrota daría otro aire a la competición.
Dejar la portería a cero
Dos son los lunares del Madrid de esta temporada: la intensidad, de la que tanto se ha quejado Zidane, y la fragilidad defensiva, cuyas consecuencias no han pasado a mayores, pero sí han dado para preocupar. Los blancos sólo han dejado la puerta a cero en cuatro de los 21 partidos que lleva este curso.
Tras el Madrid, el Barça es el equipo que más goles hace y, pese a que marca más fuera de casa que en el Camp Nou, sólo con recitar su delantera de ensueño, Messi, Suárez y Neymar, cualquiera se hace una idea de lo importante que será para Keylor y compañía mantenerlos lejos de la raya de gol. Además, con la actualización del estilo que introdujo Luis Enrique, su equipo también genera peligro a la contra, lo que complica el tema. La misión, por tanto, no es nada fácil: los culés no se quedan a cero en un Clásico desde el 0-1 de la final de Copa de la 2010/2011.
Que Cristiano se lleve el 'otro' Clásico
A nadie escapa que en cada Barça-Madrid o Madrid-Barça hay otro Clásico, el que mide a Messi y Cristiano. Más aún que en el resto de partidos, ambos serán escrutados al milímetro: cada carrera, cada pase, cada regate, cada tiro, cada gesto... Todo cuanto hagan, tanto en lo futbolístico como en lo gestual, será analizado hasta el colmo del detallismo. Por eso representan tanto, porque cualquier cosa que salga de ellos puede decantar el partido que todos quieren ganar. El madridista lleva 16 goles ante el Barça, así que el escenario del sábado, por conocido y provechoso, supondrá un chute extra de motivación.
El portugués, al alza, llegará al Camp Nou como pichichi de la competición, con un gol más (diez) que Messi (nueve). Siempre bajo la incomprensible sospecha de la desaparición en partidos importantes, tiene otra gran cita en la que reivindicarse por enésima vez y, de paso, seguir su avance hacia el Balón de Oro y demás trofeos que tanto le interesan.
Que Zidane se acerque más a Beenhakker
El triunfo ante la Cultural, además de para cumplir con el trámite de pasar de ronda, sirvió para llevar a 32 el número de partidos del Madrid de Zidane como invicto, uno más que el de Ancelotti, un registro que demuestra que el francés sigue acumulando buenos datos mientras algunos análisis se amparan en su suerte como respuesta a su prolífica y aún corta experiencia de entrenador.
De ganar o empatar en el Camp Nou, continuará aproximándose a los 34 de Leo Beenhakker, la mejor estadística de siempre en el Madrid. Las sensaciones parecen muy propicias: esta temporada, mientras el Barça navega entre dudas (con 27 puntos, es el peor arranque con Messi desde la 2007-2008), los blancos han empezado con 21 duelos sin conocer la derrota (la Supercopa de Europa, los 13 de LaLiga, los cinco de Champions y los dos de Copa), una circunstancia que no se presentaba desde el Madrid de Capello (1996-1997).
Recuperar un registro de otra época
El Madrid, por sorprendente que pueda resultar el dato, no ha ganado en el Camp Nou dos partidos consecutivos desde hace más de medio siglo. Durante esos más de 50 años, 52 en concreto, el Barça ha sabido interpretar al pie de la letra el papel de mal anfitrión, resultando especialmente incómodo cuando le ha tocado recibir a su eterno rival desde 1965.
Tras la victoria del curso anterior, remontando en inferioridad numérica el día que el Camp Nou homenajeaba en nombre del fútbol a Cruyff, con Cristiano como salvador de última hora, el Madrid, de ganar el sábado, se reencontrará con un registro de otra época.