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San Diego Chargers

Los Chargers negociarán con los Rams para irse a Los Angeles

El equipo, aún establecido en San Diego, tiene hasta el quince de enero para decidir su futuro, y la primera opción vuelve a ser irse a Inglewood.

HOUSTON, TX - NOVEMBER 27: Philip Rivers #17 of the San Diego Chargers throws a pass in the first quarter against the Houston Texans at NRG Stadium on November 27, 2016 in Houston, Texas.   Tim Warner/Getty Images/AFP
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Tim WarnerAFP

El culebrón sobre el futuro de los Chargers, sobre donde jugarán la temporada que viene, ha vuelto a dar un nuevo giro, y esta vez es preocupante para la ciudad de San Diego. Según informa el periodista Jim Trotter, de la ESPN, la franquicia que pertenece a la familia Spanos ejercitará su derecho a negociar su marcha a Los Angeles el 15 de enero. Eso supone que se sentará con Stan Kroenke, dueño de los Rams, para encontrar un punto de acuerdo económico que les haga abandonar San Diego.

Es una solución que nadie quiere: ni Spanos, ni Kroenke, ni San Diego, ni la NFL ni parece que nadie demande en Los Angeles. Y, sin embargo, cada vez coge más fuerza.

El problema, como siempre, es el dinero. En San Diego se ha votado masivamente en contra de aumentar los impuestos al sector hostelero para pagar la cifra que los Spanos quieren que se ponga en la construcción de un nuevo estadio. Además, la ciudad les ha dicho nones a su intención de gestionar el área circundante a esa hipotética nueva construcción por los próximos 25 años con su empresa inmobiliaria. Con ese camino cerrado, Dean Spanos va a ejercer su derecho de negociación con Los Angeles.

Hay que recordar que ese derecho se le concedió, el año pasado, por el resto de dueños de franquicias como una compensación por dejarle aparte en el proyecto de los Rams. Kroenke consiguió que le autorizaran la construcción del megalómano centro neurálgico de la NFL en Los Angeles, en concreto en Inglewood, pero dejaron a los Chargers la opción de, este año, pudiese negociar su traslado sin ataduras.

Y eso hará. El problema que tiene es su situación de inferioridad con respecto a los Rams. Tanto en términos estructurales, como económicos y sociales. Serían, siempre, el segundo equipo de Los Angeles, el segundo equipo del estadio y el segundo equipo en cuanto a organización, pues serían comparsas de lo que Kroenke quisiese hacer o dejar de hacer en su edificio. No dejarían de estar alquilados, como lo están ahora mismo en San Diego.

En la liga no quieren perder un mercado como San Diego. Tampoco tienen tan claro que haya espacio para dos equipos en Los Angeles. Sin embargo, le deben a Spanos, un fiel miembro de la vieja guardia, una compensación por haberle tumbado su propio proyecto en Los Angeles y le dejaran tomar la decisión que considere oportuna. Y, ahora mismo, esa decisión es ponerse a negociar el traslado a Los Angeles de los Chargers.

Que lleguen a buen puerto esas negociaciones, o que lo que les apriete Stan Kroenke sea aún superior a lo que les apriete la ciudad de San Diego es algo que aún está por ver.