El Guijuelo no renunció a su estilo
No se amilanó el Guijuelo ante el Atlético a pesar de la enorme diferencia entre unos y otros. Los chacineros, fieles a su estilo, intentaron combinar, tocar y progresar ante uno de los equipos más poderosos de toda Europa. Quizá progresar fue lo que más le costó porque Simeone tiene un bloque fabuloso. Maiki, Juliá, Luque y Pino intentaban jugar en el centro para tener la pelota aunque el Guijuelo apenas llegaba a zona de finalización. Atrás, aunque siempre con riesgo, los chacineros tocan y tocan para atraer el rival. No importa que Kike Royo mantenga el balón en los pies en su propia área pequeña porque lo importante para el Guijuelo es mantenerlo. En la segunda mitad, el equipo se cayó físicamente y fue arrollado por los colchoneros.
Aun así tuvieron el gol en las botas de Pino. Pero le tapó bien Moyá. Ese tanto hubiese llevado la alegría a una grada animosa por igual y con ganas de disfrutar del partido. El Helmántico comenzó a hacer la ola e incluso el fisio saltó al campo a atender a un jugador local con un maletín en forma de jamón. No está de más recordar el producto que sitúa a Guijuelo en el mapa de nuestro país. Lo mejor era disfrutar y guardar fuerzas para el encuentro ante el Racing el domingo. Ahora sólo queda intentar mantener el estilo para disfrutar de la visita al Calderón.