Paco Jémez, flamenco, polémica y fútbol
El exdirector técnico del Rayo Vallecano se ganó el reconocimiento del fútbol español por su propuesta desenfadada. Nació en Gran Canaria, hijo de un 'cantaor'.
La vena artística de Paco Jémez, hijo del 'cantaor' de flamenco Lucas de Écija, influyó en su valoración de las experiencias de vida. Sobre el fútbol, la pasión de su vida, junto a su familia, ha volcado su ideario: si el juego trasciende, ganar es una nimiedad, "No quiero ganar un solo punto que mi equipo no merezca", apuntó en alguna ocasión a La Razón. El fútbol, antes que nada, es una experiencia estética. Es emoción, arrebato, arrojo. Es el grito, la sublimación de la adrenalina a través del sudor, el escalofrío recorriendo el cuerpo.
Pablo Iglesias, líder del partido político español Podemos, le describió a cabalidad en una entrevista en El Larguero, en la que coincidió con Jémez: "Le admiro mucho (...) Le gusta jugar bien al fútbol, independientemente del equipo. En política, puede jugar bonito y se puede jugar limpio. Me gustaría parecerme a Paco". Nació en Gran Canaria, donde su padre cumplía un contrato de tres meses en un salón de flamenco; creció en Córdoba, secundado por la Mezquita, masticando su acento cerrado, investido con la 'blanquiverde' del club de la ciudad durante los primeros años de su carrera como futbolista. La Coruña, Zaragoza, Murcia y, cómo no, Vallecas, también lo vieron transitar por sus campos. Más corajudo que bello. La 'casta' como un concepto rector de su credo. Profesó con él.
El audacia de Jémez ha rendido frutos. En la temporada 2012-2013, su Rayo Vallecano capturó el 8° sitio de la liga española, lo que en teoría le había conferido un boleto para competir en la Europa League, pero la UEFA denegó la invitación por deudas con Hacienda. Antes, en 2010-2011, evitó in-extremis el descenso de Las Palmas a la Segunda División B. Venció al Athletic de Bielsa en San Mamés, le robó la posesión al Barcelona de Martino y Luis Enrique, torturó al Madrid de Ancelotti, quien le rindió pleitesía al final del encuentro. Muchas victorias simbólicas. Ningún máximo honor, hasta ahora.
"Volando voy, volando vengo / Por el camino, yo me entretengo". Guitarro y desgarro. El soundtrack de Paco Jémez.