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Texans 13 - Chargers 21

Philip Rivers muestra a Osweiler como juega un buen QB

El líder de los San Diego Chargers jugó un estupendo partido que dejó en evidencia a su par de los Houston Texans, demasiado atascado.

HOUSTON, TX - NOVEMBER 27: Philip Rivers #17 of the San Diego Chargers gives directions at the line of scirmmage in the second quarter against the Houston Texans at NRG Stadium on November 27, 2016 in Houston, Texas.   Tim Warner/Getty Images/AFP
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Tim WarnerAFP

Hay veces en la que los números no lo dicen todo. De hecho, esas veces son casi siempre. En la victoria por 21 a 13 de los San Diego Chargers sobre los Houston Texans, y a domicilio, tuvimos un nuevo ejemplo de esta ley no escrita que deberíamos dejar negro sobre blanco de una vez por todas.

Porque la exhibición que soltó Philip Rivers no se corresponde con el 22 de 30 en pases completados para 242 yardas, tres touchdowns y una intercepción. De la misma manera que la más que mediocre actuación de Brock Osweiler al mando del ataque de los Texans no queda plasmada en el 22 de 37 para 246 yardas y, eso sí, tres intercepciones. Ni siquiera eso último es del todo justo, porque la definitiva no debe contarle en exceso al ser en un hail mary con el tiempo cumplido, y la segunda debería sumarle por cinco por lo horrorosa que fue y por ser en el último cuarto cuando ya perdían 10-21 pero tenían tiempo de sobra para jugar con tranquilidad.

Vayamos por partes.

Si algo marcó el inicio del partido fueron dos defensas dominantes. Fantásticas. El primer cuarto concluyó 0-0 como homenaje, justo, a ambas unidades. La anotación comenzó a funcionar tras una soberbia bomba de Osweiler Fuller, que les dejó en la yarda 5 y que permitió al Qb anotar él mismo corriendo.

La respuesta la dio Rivers con otra bomba, en este caso a Inman, que batió de forma clara a Demps para empatar el encuentro.

A partir de ahí la carrera se convirtió en un rumor. Sobre todo en el lado de los Texans, que chocaron con una tremenda línea defensiva de los Chargers, dominante de principio a fin. Obligados a pasar, Osweiler mostró sus carencias y, en un pase forzado, Casey Hayward le interceptó; era la sexta de la temporada para el corner back y marcaba el decimoséptimo partido seguido de San Diego con una recuperación de balón. Rivers, apoyado por una gran carrera de Melvin Gordon, conectaba con Tyrell Williams para el 7-14. En ese momento el QB de los Chargers llevada un 12 de 13 en pases completados. El magisterio era completo.

La segunda parte vio como los Texans tenían que buscar a DeAndre Hopkins para mover las cadenas, porque la carrera seguía sin funcionar. De hecho, en uno de los pocos momentos en los que el avance terrestre fue significativo, Lamar Miller cometió el primer funble de la temporada. No se convirtió en puntos y Rivers, apurando al máximo sus pases, vio como era interceptado por Demps en un rebote.

Ese rebote explicó la diferencia entre Rivers y Osweiler. Mientras uno era interceptado en un error, el otro lo era por buscar la mejor opción para su equipo. Bien diferente, aunque la suma en la estadística fuese la misma.

Siguió Rivers en modo imperial con hasta ocho pases a Tyrell Williams, récord de su carrera, 119 yardas para Inman, y un touchdown más para Hunter Henry en un pase maravilloso. El que no se llevó ningún balón fue Antonio Gates, que rompió una racha de 77 partidos seguidos con recepción.

El partido tuvo algo de drama en los instantes finales, a pesar de la superioridad de los Chargers. Los Texans pusieron el marcado en 13-21, a tiro de una anotación, a falta de catorce segundos, y recuperaron el subsiguiente onside kick. Dos intentos de hail mary después todo había acabado como debía, si hacemos caso a los méritos vistos en el campo.

Y es que Philip Rivers le mostró a Brock Osweiler como debe jugar un buen QB en esta liga, algo que ha hecho durante años y años mientras que el de Houston aún no ha demostrado, al menos de forma consistente.

ESTADÍSTICAS COMPLETAS DEL PARTIDO.