LeBron, como un helicóptero: los datos más curiosos del '23'
Curiosidades increíbles de uno de los jugadores más físicos de la historia: sus tapones pueden llegar a generar una fuerza de 30 Gs.
Que LeBron James posee uno de los físicos más imponentes de la historia del baloncesto es tan incuestionable como ridícula fue la corriente de opinión que aseguraba que el alero (en realidad base-escolta-alero-ala pívot) era poco más que eso: un cuerpo prácticamente superdotado. LeBron es, en 2016 ya quedan pocas dudas, uno de los mejores jugadores de baloncesto de toda la historia y sí, además es físicamente superior a prácticamente cualquier rival, algo que ha sido objeto de estudio y que incluso ha rellenado especiales televisivos.
Ese fue el caso de Sports Science, dentro de SportsCenter en ESPN, donde de la mano de John Brenkus se repasaba de forma científica las bondades físicas de LeBron: sus manos de 23,1 centímetros, su envergadura de más de 2,10 o los 3,75 metros que puede tocar en salto como altura máxima. LeBron (que está casi tres centímetros y más de 11 de once kilos por encima de los valores del jugador NBA tipo) levanta 158 kilos en press de banca, tiene un salto vertical de 112 centímetros y cubre la distancia de 40 yardas (36,5 metros) en 4,4 segundos.
Además, el propio Brenkus ofreció nuevos datos que recurren a las curiosidades para explicar unas capacidades que ya nos hemos acostumbrado a ver trasladadas de forma colosal a las pistas de baloncesto:
-LeBron James recorre la pista de lado a lado (de aro a aro) en nueve zancadas cuando lo media de los jugadores NBA está en 13.
-En su habitual mate tomahawk (molinillo), realiza su ya clásico giro del brazo a una velocidad que equivale a unas 3,12 revoluciones por segundo, cifras cercanas a las de los rotores de helicópteros militares como el Chinook.
-Con la fuerza que desprende tras la batida en sus saltos para acciones como esos mates (o sus famosos tapones llegando por detrás), una persona de 1,75 y 74 kilos podría dar un salto vertical de 1,44 metros.
-La energía de esas acciones de batida puede llegar a 9.300 vatios, según Brenkus suficiente para iluminar cuatro faros marinos o para alimentar durante unos cuantos días los recursos eléctricos mínimos de una población pequeña.
-LeBron podría, por ejemplo, acariciar la parte de arriba de la cabeza de un elefante asiático sin saltar, ya que puede llegar a 2,70 metros sin despegar del todo los pies del suelo.
-Volvemos al tapón llegando desde atrás en contraataques del rival, ese chase down block que es una de sus marcas registradas y que convirtió en eterno en el séptimo partido de las últimas Finales, cuando selló así una canasta segura de Andre Iguodala. Pues bien, la aceleración del balón tras esos tapones puede llegar a ser de 30 Gs. La bola ha llegado a salir despedida a más de ocho metros del tablero en acciones de este tipo de LeBron James.