El portero mexicano le dio esperanza al club, pero al final terminó por sucumbir 3-1 frente al Celta y por eso el equipo sigue en el fondo de la clasificación.
EI colista Granada sigue sin levantar cabeza. Y la primera victoria de este curso deberá esperar, al menos, una semana más. Esta vez su verdugo fue Iago Aspas, aquel al que buscaban ‘vivo o muerto’ hace cinco años en Granada, en la vuelta de un polémico playoff de ascenso a Primera. Los nazaríes ascendieron y el Celta se quedó en Segunda, para subir al año siguiente. Desde entonces, Aspas no para de vengarse. El moañés le ha marcado seis goles en los cinco encuentros que han disputado en Primera. En este encuentro en Balaídos, además de anotar, dio una clase maestra.
El Granada salió ordenado al terreno de juego, con una poblada defensa y un férreo centro del campo. Hasta que apareció el huracán Aspas. El delantero cumplió el irónico dicho de rematar y centrar él mismo. Puso el balón en el corazón del área, Vezo no supo si despejar o controlar, Saunier le miraba sin prestar ayuda... Y de la nada apareció Aspas para fusilar a Ochoa a bocajarro.
Tras el gol, el Granada se descompuso y fue un juguete en manos del Celta, que jugaba a placer. El segundo tanto, obra de Bongonda, llegó tras una precisa asistencia de Aspas. El moañés pudo sentenciar con una vaselina desde 30 metros que se estrelló en el larguero. Entonces, un regalo de Cabral permitió que Kravets metiera al Granada en el partido. Pero la reacción fue fugaz y Pape acabó sentenciando con un golazo.
El entrenador del Granada, Lucas Alcaraz, afirmó, tras perder en Balaídos (3-1) contra el Celta, que su equipo "no puede desmoralizarse" y tiene que seguir luchando para buscar la primera victoria de la temporada en la Liga Santander.
"Sabemos que esto no es nuevo. Va a ser un camino largo, pero no tenemos derecho a desmoralizarnos. Tenemos que buscar la primera victoria", señaló el técnico del Granada, último clasificado de la liga: "No podemos pensar que las cosas son complicadas. Hay que intentar mejorar y conseguir triunfos".
Alcaraz lamentó que su equipo concediese "demasiada ventaja al Celta en los primeros veinticinco minutos" y reconoció sus jugadores, pese a intentarlo, no fueron capaces de "combinar y generar ocasiones". "El campo estaba muy pesado. Y tampoco ayudó para tener el dominio del partido", añadió el entrenador.
Sobre la situación del delantero David Barral, que está apartado del Granada, Lucas Alcaraz no quiso hablar: "No es el momento de hablar de eso".
Berizzo: "El sufrimiento final le sobró al partido"
El entrenador del Celta, Eduardo Berizzo, salió contento del partido que su equipo ganó al Granada (3-1) en Balaídos, aunque lamentó el innecesario "sufrimiento final" después de tener controlado el encuentro.
"Ganamos con autoridad, pero el sufrimiento sobraba. Ese sufrimiento final le sobró al partido", apuntó el técnico argentino, que recalcó el dominio que ejerció su equipo.
"El partido estaba controlado. Ganamos porque apostamos por tener la pelota y salir a ganar. Había que tener paciencia. Y tuvimos paciencia para resolver el partido ante un rival que no es fácil abrirlo", señaló.
Berizzo, que desveló que el cambio de Iago Aspas se produjo porque el jugador tenía molestias en un abductor, volvió a quejarse del mal estado del césped de Balaídos: "Nos adaptamos a un campo en el que el riesgo aparece siempre".
Señaló además que el Celta "dio muestras de autoridad y de reacción" con respecto al partido del jueves de Liga Europa, en el que no pasó del empate ante el Standard de Lieja (1-1) y complicó su pase a los dieciseisavos de final de la competición europea.