REAL MADRID 89 - UNICS KAZAN 75
El Madrid decide con cinco triples y Ayón aporta seis puntos
El mexicano anotó seis unidades y Carroll se convirtió es el extranjero con más partidos en la historia del club blanco. Los de Laso resolvieron al final con cinco triples y un 2+1.
Hay partidos que entusiasman y otros que simplemente suman. El Madrid-Unics Kazán fue de los segundos. Los blancos ganaron con el traje de luces en el armario, con un gran primer cuarto y un buen demarraje final. Cinco triples y un 2+1 quebraron la resistencia rusa ya con la meta en el horizonte. Nueve puntos de Carroll, los nueve primeros del último periodo, abrieron brecha. Luego Llull se desquitó con dos dianas de tres (4 de 17 en el tiro, aunque 7 asistencias y un lanzamiento de campo a campo que no valió) y Rudy dio la puntilla con otra a una pierna.
Carroll sumó su encuentro 364 en el Real Madrid e iguala así a Louis Bullock como el extranjero con más partidos en la historia del club. El domingo ante el Manresa puede mandar ya en solitario. Focos para Jaycee y focos para Felipe Reyes, en otra actuación redonda. Ataque, defensa y números para la historia: aportó 16 puntos y rebasó la barrera de los 2.500 en la Euroliga, exactamente 2.508. El quinto mejor de siempre por detrás de los inalcanzables Navarro (3.922) y Spanoulis (3.123), y a tiro de Marcus Brown (2.739) y Lakovic (2.524). En la ACB acaba de alcanzar los 7.500. Es lo que tiene mantenerse en la cima camino de los 37 años.
No hubo boato, aunque sí minutos de seriedad atrás frente al cañonero Langford, que redujo su aportación de 24 tantos de media a solo 13 (3 de 16). Y hubo aparición de Hunter cerca del aro, constancia de Rudy y la intimidación que no para de Randolph (4 tapones). También apareció Ayón, que aunque no brilló sí cumplió con su cuota mínima: seis puntos y diez de valoración. En el Unics, Quino Colom cumplió, aunque viene de faenas mejores, y Parakhouski ejerció de martillo pilón. Una columna pétrea bajo el aro ajeno. Equipo peligroso por combativo no carente de talento y por conocer sus limitaciones y cómo manejarlas. Frenó la salida en tromba del Madrid y llegó al desenlace de nuevo con opciones. Como en seis de sus siete derrotas. Solo el CSKA le descarriló y sin brusquedad.
El Madrid había pasado de defender, correr y asistir a jugar andando, a otro ritmo y a otra cosa. La noche y el día, dos equipos opuestos. El del primero cuarto y el del segundo. El que voló hasta el 25-14 y el que se apagó y ralentizó luego. Malos ataques. Una falta lejana de Draper que el árbitro convirtió en tres tiros libres representó el cambio simbólico de escenario. El Real se apagó y el Unics se vino arriba por pura seriedad. Porque el que anotaba era Parakhouski (19), el que reboteaba era Langford (7) y entre los que asistían no andaba Colom (0 al descanso).
El tercer cuarto les sirvió a los de Laso para madurar al enemigo, algo que ya es habito. La lanzadera la sacó luego Carroll: dos triples y un 2+1. Victoria con aderezos para seguir al rebufo del CSKA. No es poco.