El Athletic vuelve a ganar tras tres jornadas; 'Jona' juega 27'
Un solitario gol de Raúl García en el 66' sirve a los de Valverde para lograr la victoria en Liga un mes después. El Villarreal fue de más a menos.
El Villarreal sigue acomplejado en el nuevo San Mamés, donde no ha dado aún la talla. Poseedor de una plaza Champions, salió a la expectativa ante el Athletic y se marchó escaldado. No se estiró hasta recibir el justo castigo del gol de Raúl García tras un fantástico control, giro y remate de Aduriz en el área. A excepción de un disparo de Pato, bien atajado por Arrizabalaga, no dio la sensación de estar presente. Asenjo le salvó, al final, de una goleada.
Se llevaba buena parte de la semana hablando de que San Mamés ha perdido animación. Pese a los intentos de la grada por sacarse el bostezo, no parecía el mejor día para pegar saltos y cantar como cosacos. Athletic y Villarreal saltaron al césped con una idea común: arriesgar lo justo. Los leones llevaron el mando con el Submarino muy juntito, que presionaba de mentirijillas. La idea era encontrar agua en el desierto. Difícil.
Arrizabalaga y Asenjo se podían haber ido de vinos. Nadie les chutó hasta casi la hora. Con Vesga y Rico llevando el timón, angustiado como está Txingurri de que Beñat no recaiga de su lesión, a los visitantes no les costaba cerrar pasillos. La única forma de saltar el pizarrazo por los aires era que Williams arrancase de imprevisto. Busca y busca el gol. La pelota se ha enfadado con él.
Tras regalar un balón de gol a Muniain con un explosivo arranque, Iñaki se plantó ante Asenjo. Fue en una pared de cabeza de Aduriz hacia Raúl y pase de este. Regateó al meta, se escoró y mandó la pelota al poste. El Athletic tenía una marcha más, aunque hizo el gol a la salida de un córner, tras bajar un globo Aduriz como los ángeles. Raúl García estaba allí para meter a los leones a dos puntos de la Champions. Y Jonathan Dos Santos entró al 63' y poco pudo aportar.
Luego, debió llegar la goleada con tres ocasiones muy claras. Asenjo se interpuso a un cabezazo de Aduriz y un regalo de su defensa. ¿A qué jugó el Villarreal? A nada.