Para el City, el triunfo ante el Barça es un punto de inflexión
Guardiola ve como su equipo crece a la espera de Gabriel Jesús en el mercado de invierno y se cura en salud: “Lo mejor es que el Barça no nos tocaría en octavos”.
La zona azul de Manchester amaneció volviendo a creer en su equipo. La victoria ante el Barcelona en Champions supone una inyección de autoestima para un equipo que jamás había podido superar a los barcelonistas en los cinco partidos en los que se habían enfrentado hasta ahora en la máxima competición europea.
El City, como explico Guardiola tras el partido, “debe de tomarse este partido como un ejemplo". Hasta ahora este equipo había demostrado que podía competir en Inglaterra contra los mejores ganando dos Premier gracias a la generación de Kompany y Hart. Ahora hemos puesto la primera piedra para iniciar un trabajo de años que debe de llevarnos a subir un peldaño más, pero será una cuestión de tiempo”.
Pep habla de un proyecto de años, pero lo cierto es que en los próximos meses su equipo tiene un margen de mejora que puede ser notable. En invierno, de cara a los octavos de final contará con el refuerzo de lujo del brasileño Gabriel Jesús al tiempo que en el cuartel general del City esperan que el alemán Sané pueda demostrar en el campo lo que hace en los entrenamientos. El extremo llegado del Schalke sigue sin explotar a pesar de que el conjunto inglés pagó 55 millones por él convirtiéndose en el traspaso más caro de un jugador alemán en la historia. Guardiola confía en que con la adaptación del alemán su equipo de un salto de calidad en ataque.
No obstante, con su tradicional prudencia, el técnico catalán advirtió a los seguidores de que “tenemos que ir paso a paso. Hemos ganado al mejor equipo de Europa una vez y de lo que tenemos que estar contentos es de que si nos clasificamos para octavos, no nos los volveremos a encontrar”.