Denver recupera su esencia con Gary Kubiak en la banda
Los Broncos ganan un partido jugado de poder a poder contra los San Diego Chargers con su defensa erigida en gran protagonista en la vuelta de su técnico.
Ha sido volver Gary Kubiak, entrenador jefe de los Denver Broncos, y los campeones recuperar su esencia. Y eso que, por el camino, perdieron a su segundo alma, el coordinador defensivo Wade Phillips, que se fue inmovilizado al hospital al sufrir un duro golpe del corredor de los San Diego Chargers, Melvin Gordon. De hospital en hospital para sus cabezas pensantes, sí, pero 6-2 en la clasifciación y con sus rivales de San Diego en una posición, 3-5, muy difícil para que les resulten molestos el resto del año.
Los Broncos fueron lo que pensamos de ellos: una defensa colosal que sólo necesita de gotas aquí y allá de su ataque para apoyar el resultado en los partidos. El marcador acabó con un 27 a 19, pero lo cierto es que fue la defensa protagonista incluso en eso también.
Porque de los tres touch downs anotados por el equipo de Colorado, dos llegaron tras sendas intercepciones a Phillip Rivers. Uno retornado directamente, por Bradley Roby, el otro llevado hasta la yarda 10 por parte de Damian Stewart.
Y es que Phillip Rivers vivió un partido de pesadilla. Estuvo presionado toda la tarde y se vio con la obligación de sacar jugadas de la chistera de manera continua. No se puede decir que hiciera mal trabajo, pues anotó dos touch downs y pasó para 267 yardas, pero tres intercepciones hicieron que su equipo estuviera a remolque durante casi todo el partido.
No le fue fácil, claro, jugar contra esa enorme defensa. Más sencillo le resultó a los Chargers correr. Los de San Diego lograron la machada de que Melvin Gordon pasase de las 100 yardas, acabando con 111 en 23 acarreos. Todo ello les sirvió para tener el partido en disposición de pelearlo hasta los últimos instantes.
El ataque de Denver, por su lado, también sufrió una barbaridad contra la muy buena defensa de San Diego. Siemian lanzó una intercepción y Devontae Booker, titular por la lesión de C.J. Anderson, se quedó en 54 yardas a pesar de llevar el balón 19 veces.
Lo que definió al grupo ofensivo, no obstante, fueron dos drives en la segunda parte que dieron sentido al gran trabajo defensivo, que lo complementaron y nos hicieron recordar porque son los campeones. Uno fue un ataque al iniciarse el último cuarto de más de siete minutos que dio respuesta a uno idéntico de los Chargers que había dejado el marcador 17-13 en el tercer periodo. Como si fuese lo más normal en ellos, recorrieron el campo para entrar corriendo en la end zone.
El otro, posterior, fue mucho más explosivo y dejó ver al mejor Trevor Siemian. El QB de los Broncos, justo tras su intercepción, que sirvió para que los Chargers se acercaran a tan sólo una anotación, a cinco puntos, no tuvo pánico al momento y conectó dos veces en profundo, una de ellas en una preciosidad de 40 yardas a Demaryius Thomas, que dejó el partido en la UVI para los Chargers.
Así lo pareció y así fue, pues los dos últimos ataques les vieron remando para morir en la orilla de la AFC Oeste que, de esta manera, parece quedar circunscrita a los Broncos, Raiders y Chiefs, todos ellos con sólo dos derrotas, mientras que los Chargers se van a las cinco. Que están jugando muy bien, sí, pero que ya les pone en una distancia en la que sólo un milagro les metería en la pelea de playoff.