Andre de Grasse: "Espero ganar un tercio de lo que logró Bolt"
El multimedallista canadiense repasa su carrera, habla de sus aficiones y da detalles inéditos de sus inicios en entrevista con AS Chile.
La algarabía y el bullicio dejaron en el olvido, en cosa de segundos, la tranquilidad que existía en los patios del colegio Verbo Divino. La irrupción de Andre de Grasse, el atleta canadiense que se robó todas las miradas en los Juegos de Río de Janeiro, se transformó en un verdadero fenómeno que no dejó indiferente a nadie. Todos querían estar a su lado. El objetivo era único: retratar un momento difícil de olvidar. Fue una verdadera revolución de la que nadie quedó ajeno. Alumnos, profesores, atletas, e incluso un puñado de trabajadores del recinto, lucharon, con papel en mano, por lograr un autógrafo.
Al mismo tiempo, De Grasse sonreía. Su sorpresa fue absoluta. Más de 500 asistentes esperaron con paciencia la clínica que realizó la marca Puma, de la que es rostro oficial. A esa altura ya nada importaba. Ni siquiera el abrasador calor que acompañó el evento. “Estoy feliz de todo esto. Es mi primera vez en Chile y espero seguir divirtiéndome”, confesaba minutos después en un mano a mano junto a AS Chile.
Su explosiva aparición en la elite del atletismo mundial, la cercanía que mantiene con Usain Bolt, lo clave que resultó ser la figura de su madre y la dura infancia que le tocó vivir en los suburbios de Toronto, de la que solo sacó lecciones positivas -según confesión propia-, fueron algunos de los temas que compartió con una soltura inusitada, impropia de una figura mundial, durante su visita a Chile para inaugurar la nueva tienda Puma en el Costanera Center.
- Usted jugó básquetbol y fútbol en su infancia. Incluso confesó que dentro del fútbol era de esos jugadores que utilizaba su velocidad para sacar ventaja. ¿De dónde sale el atletismo?
Nunca pensé que sería un velocista. Siempre creí que sería basquetbolista o futbolista, pero estoy feliz con el giro que tuve en mi vida y es fantástico que pude ser atlético y realizar muchos deportes y tener finalmente una oportunidad en el atletismo.
- Pero su inicio fue por accidente. Se habla que estaba jugando básquetbol y luego fue a la pista de atletismo, corrió con lo que tenía puesto e hizo una marca de 10 segundos. ¿Fue realmente así?
Estaba corriendo en una de las universidades más grandes de Toronto con zapatillas Converse y con una tenida de básquetbol porque en ese tiempo era basquetbolista… ahora que miro hacia atrás no puedo creer cómo empecé así y lo que he destacado en estos cuatro años, ha sido increíble. Ese día me vio Tony Sharpe (su primer entrenador) que me reclutó.
- Luego viene un rápido ascenso en la élite mundial que, imagino, jamás pensó que sería así.
Estos cuatro años han pasado muy rápido. Cuando empecé en las carreras no pensé en tener a esta altura tres medallas olímpicas y lograr tantos éxitos. Estoy muy agradecido de ser parte de la familia Puma y las oportunidades que el atletismo me ha entregado. Me siento bendecido.
- Ahora ya está a la altura de los atletas de Jamaica y Estados Unidos, que fue uno de sus objetivos primordiales.
Mi meta siempre fue competir contra Jamaica y Estados Unidos. Canadá no tenía un velocista desde Donovan Bailey y Bruny Surin en los años ’80 y ‘90. Pasó mucho tiempo y en esta generación hay muchos atletas que están apareciendo. Estoy feliz de ser parte de esta generación y espero que en los próximos años compitamos en lo más alto con Jamaica y Estados Unidos.
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BOLT Y EL FUTURO DEL ATLETISMO
Andre de Grasse sorprendió con las tres medallas que obtuvo en Río: plata en 200 metros y bronce en 100 metros y posta 4x100. Precisamente, en semifinales de 200 surge una de las mayores anécdotas de su carrera, luego de cruzar la meta de semifinales riéndose junto a Usain Bolt.
- ¿Por qué ambos terminan riéndose tras el cierre de las semifinales?
Es que no esperaba correr así de rápido. Mi entrenador me pidió que clasificara entre los dos primeros, que buscara apretarlo un poco para cansarlo pensando en la final. Pero no esperaba conseguir el récord canadiense. Me produjo felicidad ese momento que tuve con él. No pensaba en hacer algo así en la pista, pero finalmente es un gran recuerdo para mí. Mucha gente habla sobre eso, pero espero lograr hacerme un nombre por mí mismo, seguir creciendo cada año.
- Ya todos hablan que usted será el sucesor de Bolt. ¿Qué le parece?
Será difícil conseguir lo que él logró como ganar tres medallas de oro, pero lo intentaré. Tendría que disputar tres Juegos Olímpicos más y llegaría con más de 30 años, así que será difícil, depende de cuánto aguante mi cuerpo. Por ahora me enfoco en los siguientes Olímpicos y espero lograr al menos un tercio de lo que él hizo.
- El propio Sebastian Coe, presidente de la IAFF, afirmó que no teme al retiro de Bolt, pues usted encabeza una nueva generación de sprinters.
Tenemos una gran generación que viene fuerte, creo que hubo cinco en la final con menos de 25 años. Tenemos mucha gente con potencial para correr rápido. Aunque Bolt se retira, tenemos muchos atletas que pueden mantener a este deporte en lo más alto y creo que hay varios capaces de batir el récord mundial.
INFANCIA DURA Y CERCANÍA A LA FE
- Su niñez estuvo marcada por un duro camino, en el que su entorno, incluso, debió lidiar con la cercanía a las drogas. ¿Cómo logró salir de ahí?
Traté de cambiar mi vida. Quería hacer algo positivo y el atletismo me lo permitió. Ahora que lo superé puedo volver a mis antiguos barrios y decir ‘este es el camino correcto’ y entregar consejos. Puedo decir que viví muchas cosas, pero que te pasen durante la juventud no significa que así será el resto de tu vida. Puedes cambiar. Es motivante para mí volver a casa o en cualquier parte del mundo y tener un impacto positivo en otras vidas.
- ¿Su cercanía a la religión, siguiendo los pasos de su madre, también fue un factor clave en su desarrollo?
La fe lo es todo para mí. Estuve toda mi vida en un colegio católico hasta los 17 años. Es todo lo que he conocido. Hay muchos altos y bajos en la vida y el deporte y sé que tengo que seguir rezando y confiar que todo saldrá de acuerdo al plan. Tengo que mantenerme optimista y eso trato de hacerlo.
- Además estudia sociología, otro de sus desafíos a corto plazo.
Me encanta estar con niños, enseñarles, jugar con ellos. Tengo muchos sobrinos y primos. Creo que sacar ese grado para mí es una señal para demostrar que quiero aportar a la comunidad porque con esto he aprendido mucho de la vida. Puedo ser un trabajador social para ayudar a niños. Creo que ese título ya está dando frutos. Estoy en mi último semestre y estoy feliz de terminar pronto y sacar buen provecho de él.
- ¿Planea realizar una fundación?
Es muy difícil encontrar maneras de ayudar. Ahora estoy construyendo una fundación para devolver a la gente. Será difícil al principio pero lo lograré con el apoyo de mi equipo. Será interesante ver lo que pueda lograr en los próximos años. Mucha gente me ha dicho que he tenido un impacto en sus vidas y eso es fenomenal.