San Mamés devoró a la Real Sociedad de Carlos Vela
Muniain y Aduriz remontaron en 9 minutos. Iñaki Williams hizo el tercero en el 72' e Iñigo Martínez metió emoción en el 83'. El mexicano Vela disputó 81 minutos. MLS en vivo: LAFC - DC United
El Athletic visitará el Bernabéu a tres puntos del liderato después de una remontada con todas las de la ley ante la Real Sociedad, inferior en fútbol y empuje. Nueve derbis después, los rojiblancos hicieron arrodillarse a sus vecinos, sostenidos mientras pudo por un notable Rulli. Eusebio dictó un fútbol trenzado desde atrás y le costó el partido. Dos robos de balón en zona de gran peligro culminaron una remontada que empezó a fraguar Muniain con un gran gol. El académico juego de los realistas no funcionó: sus dos tantos llegaron a balón parado.
La Real salió con la idea de jugar desde atrás. Y el Athletic de impedírselo. Le permitió especular, apagar un poco el fuego inicial. Los donostiarras se podían quemar porque Navas no domina la salida desde atrás y dio el primer susto a su gente. Los leones desaprovecharon el regalo. Más tarde costaría el 2-1.
Se empezó a poner el derbi como los de antaño. Lo incendió Iñigo Martínez con Aduriz. González González, que ha hecho varias faenas a la Real, parecía con cargo de conciencia. Se inventó una amarilla a Raúl García. Y en estas, después de un córner generado por una desatención de Williams sobre Yuri, llegó el gol de la Real. Zurutuza, que está tocado por la varita mágica en los derbis, voleó en carrera un córner de Vela.
La Real había amagado con el estilo, quería llevar el mando, pero empezó a sentirse apabullada sin balón. Le mantuvo en pie en la primera mitad Rulli, que hizo cuatro buenas paradas. La primera, en un mano a mano con Williams, servido de lujo por Muniain. Está construida para atacar, no para defender. Necesitaba un Markel Bergara como el comer.
Defendió con uñas y dientes el resultado parcial. Cuando se vio superada, recurrió a entradas como las de Illarramendi y Yuri, que enseñó los tacos a Williams. Talentoso como es el ex de Lezama, resulta una lástima que no mejore su racionalidad con los años. Iñaki se lo haría pagar con una repetición de carreras en la segunda mitad que le sacarían los colores. Rulli guardaba sus mejores intervenciones para los diez últimos minutos antes del descanso. Hizo una doble parada a Muniain e Iturraspe y se sacó la mano del partido para neutralizar un cabezazo a bocajarro tras magnífico pase de De Marcos.
Mientras la Real empezó a ponerse lánguida y a no jugar el derbi con el hambre habitual, el Athletic fue todo arrojo. Su primera media hora de la segunda mitad fue tremenda. Todo empezó con un golazo de Muniain, que segundos antes había reclamado un penalti. Se marcó una diagonal desde la izquierda en busca de ángulo y lo encontró en la escuadra izquierda de Rulli. Imparable, digno de un 10, el dorsal que ahora lleva.
Ocho minutos después, el afán de Raúl García por robar balones provocó el 2-1 por un lío entre Navas y Rulli. Aduriz, con esa clase magistral que tiene, convirtió el balón suelto, que también pasó por Williams, en una vaselina fantástica. Iñaki empezaba a desatarse y mandó al cuerpo de Rulli un contragolpe. De Marcos y Muniain dejaron entonces el campo por molestias.
Oyarzabal, que sólo había dejado una pincelada, se sacó un voleón al borde del área que desvió Iraizoz a córner. Williams volvió a percutir, pero el disparo de Raúl García se fue a las manos de Rulli.
La mandíbula del ex colchonero provocaría el 3-1. Rebañó con fe una pelota a Illarramendi, la recogió Aduriz y con temple sirvió a Williams para que se estrenase con el gol en esta campaña. Valverde creyó tenerlo todo vendido y metió a Rico por el extremo. Un saque de falta bien sacado por Illarra, mal defendido por Raúl García y fantásticamente rematado por Iñigo Martínez de cabeza puso picante a los diez últimos minutos. Tuvo el empate Willian José en un remate fallido a centro de Concha y hasta Rulli inquietó en el área rival en el último córner. No era justo y el Athletic y su afición, aliviados, celebraron el triunfo por todo lo alto. Los leones de Valverde son muy fieros en San Mamés.