A punta de home runs, los Blue Jays avanzan a Serie Divisional
Edwin Encarnación decidió que once entradas eran suficientes. Los Orioles tendrán que esperar otra temporada.
El dominicano depositó el primer lanzamiento que le vio a su compatriota Ubaldo Jiménez por detrás de la barda de jardín izquierdo y los Blue Jays de Toronto sellaron su boleto a la Serie Divisional de la Liga Americana con un agónico triunfo de 5-2 sobre los Orioles de Baltimore.
Encarnación, líder productor en el joven circuito, no esperó nada. Su salvaje swing desató la locura en el Rogers Centre de Toronto, para ponerle fin a un encuentro que estuvo pintado de drama, polémica y batazos de largo metraje.
El dominicano José Bautista inició la fiesta con un jonrón en la segunda baja a las mismas tribunas de jardín izquierdo. Esta vez no hubo bat flip. Pero a partir del jueves habrá fuegos artificiales cuando Bautista y Rougned Odor se encuentren en el centro del ring para el segundo round de su combate de mayo pasado. O en el diamante, lo que sea, durante la Serie Divisional ante los Rangers de Texas.
El abridor de Toronto, Marcus Stroman inició con tres entradas perfectas, pero Adam Jones quebró la magia y dos bateadores después Mark Trumbo validó su corona de cuadrangulares con panorámico tablazo que puso la pizarra 2-1.
La ventaja de Baltimore solo tuvo un par de innings de vida, cuando Michael Saunders y Kevin Pillar hilvanaron dobletes ante el abridor Chris Tillman. El venezolano Ezequiel Carrera, noveno en el orden, les siguió con imparable al central para igualar los cartones. Toronto dejó escapar la oportunidad al dejar a Pillar en tercera sin outs.
El momento oscuro del encuentro ocurrió en el séptimo inning cuando el emergente Melvin Upton Jr. sacó un elevado profundo a jardín izquierdo ante el relevista Donnie Hart. El patrullero de la izquierda, Hyun-Soo Kim localizó la esférica, pero un “aficionado” le arrojó una lata de cerveza, que no solo estuvo a punto de impactar al coreano, sino de arruinar un encuentro con tintes de clásico de postemporada.
A partir de ese momento, fue todo pitcheo. Pitcheo de relevo. Toronto utilizó cinco lanzadores que se combinaron para lanzar cuatro innings perfectos. Buck Showalter y los Orioles no pudieron mantener ese duelo.
Jiménez, el séptimo lanzador de Baltimore, no pudo retirar a un solo hombre en la onceava entrada. Devon Travis y Josh Donaldson abrieron con sencillos y Encarnación escribió la historia con un solo plumazo.
Para Toronto, la victoria quedó ensombrecida por la lesión del taponero mexicano Roberto Osuna, quien pidió su sustitución luego de dominar a Chris Davis con elevado para el primer out de la décima entrada.
Baltimore, el equipo más jonronero de toda la temporada, murió con una dosis de su propia medicina. Todo eso con el mejor cerrador de Grandes Ligas, Zach Britton, en el bullpen. Esa no es la manera de aprovechar 47 salvamentos en 47 oportunidades y una microscópica efectividad de 0.54.