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ITALIA - ESPAÑA

Diego Costa, en la jaula de los tres centrales italianos

España persigue de hoy (20:45 tve1) aprobar su asignatura pendiente de la Euro: Italia. Once clásico de Lopetegui, liderado por Iniesta y Silva

Madrid
Diego Costa, en la jaula de los tres centrales italianos
Juan Flor

Italia en Turín y Albania en Skhoder. Mortirolo y Tourmalet camino del Mundial en una sola etapa. Ese es el horizonte montañoso de la España de Lopetegui, obligada a examinarse de nuevo de aquella asignatura que le quedó pendiente en la Eurocopa: la Italia de los tres centrales. No repetirán los técnicos de aquella tarde en París, pero sí gran parte de los futbolistas y ese indigesto esquema azzurro (sigue el partido en directo con AS.com).

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Muy poco ha cambiado Italia desde entonces y mucho la vida de Giampiero Ventura, genovés de 68 años, que en mayo dejó el Torino, su decimoctavo equipo, al que llevó a Europa después de 20 años; que en junio se casó en Bari con Luciana Lacriola, 28 años más joven que él, y que en julio se convirtió en el segundo técnico de más edad que se hace cargo de la selección italiana (tras Fulvio Bernardini, al que eligieron en 1974, cuando ya tenía 69 años). Su designación no fue casual. Su visión táctica era la más parecida a la de Antonio Conte, su predecesor (también lo fue en el Bari), el técnico que le había devuelto el músculo competitivo a una Italia sin figuras.“Es un gran motivador, el hombre correcto para continuar con el trabajo de Conte”, pronostica el central Leonardo Bonucci, con el que coincidió en Bari. “Cuando Obama dijo aquello del ‘sí podemos’ yo llevaba veinte años escribiéndolo en las pizarras de los vestuarios en los que estuve”, le gusta presumir. También es conocido como Mr. Libidine porque en un arrebato de entusiasmo llegó a decir que “entrenar al Bari me despierta la libido”.

Catenaccio. Se confiesa admirador del fútbol español (una vez se le escapó que entrenaría aquí gratis) y reniega del catenaccio. “Fui elegido para representar a uno de los países más importantes en el mundo del fútbol y esa estrategia no es propia de él”, advirtió en su presentación.

Apenas ha tocado nada de Italia, hasta el punto de que nueve de los presumibles once titulares de hoy ya lo fueron en París. El novato Romagnoli es el mejor colocado para relevar al sancionado Chiellini.

Lopetegui cambiará a cuatro de los de París. Uno de ellos será Morata, esta tarde en Turín suplente de Diego Costa. Es elección aritmética. Más minutos y más goles (seis contra dos) del hispanobrasileño. Y también más colmillo retorcido, a menudo útil cuando el rival convierte el fútbol en deporte extremo.

Lopetegui, en cualquier caso, opondrá a una España de corte clásico, construida en torno a Iniesta y Silva, lo mejor conservado del antiguo imperio, con la mejor defensa posible, con Koke y Busquets en los fogones y con la pretensión de escapar a esa red en el centro del campo tejida en torno a De Rossi, el viejo general de la azzurra. “Un fútbol organizado en lo que sólo cabe mejorar detalles”, en explicación de Ventura, en cuyo ataque volverá a mezclar la rapidez de Eder y el poderoso juego de espaldas de Pellé.

La seguridad de que ambas, que ya se han enfrentado 35 veces a lo largo de la historia, se jugarán la primera plaza del grupo llenará el estadio de la Juventus. 40.000 espectadores envolverán un duelo que Italia ya presenta como épico: “Nos mediremos al conjunto más fuerte de Europa”, advirtió su técnico. Lopetegui espera demostrarlo.