El Arsenal visita al Basilea en estado de ebullición tras su impresionante 3-0 al Chelsea en la Premier. Tres victorias consecutivas (dos en Liga y otra en Copa con 11 goles a favor y sólo un en contra) con una goleada incluida ante el rival blue de la ciudad han sido suficientes para que más de uno al norte de Londres ya haya descorchado el champán pese a que todavía estamos en septiembre. Nada nuevo. Ha sido un mal endémico de los gunners durante las últimas temporadas el verse candidatos al título a finales de verano para acabar la temporada con decepción.

La visita del Basilea será un buen test para saber si esta vez las buenas sensaciones de septiembre pueden tener continuidad hasta mayo. No obstante, ganar sería un paso de gigante para acabar líder del grupo tras rascar un meritorio empate a uno en el primer partido ante el PSG. Giroud, expulsado ante los de Emery, y Coquelin, lesionado, no estarán pero esta vez sí Arsene Wenger ha hecho por fin los deberes en verano para tener sustitutos de garantía en la recamara.

Lucas Pérez ansía por ser el nueve pero quizá Alexis Sánchez le gane la partida para mantenerse junto a Walcott y Özil en el ataque tras el buen resultado ante el Chelsea. En el medio Xhaka hará de Coquelin y se verá las caras contra su hermano Taulant como ya hicieron curiosamente en la pasada Eurocopa en el partido entre la Suiza del centrocampista del Arsenal y la Albania del de Basilea.

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