US OPEN

US Open: adiós a la lluvia pero mucho, mucho más ruido

"No sentí el silencio en ningún momento", se quejó Muguruza. "Aun con el techo abierto, hay más ruido", confirmó Nadal, que estrenó la cubierta.

Nadal, bajo la cubierta de la Arthur Ashe.
DANIEL MURPHY
Jesús Mínguez
Nació en Guadalajara en 1973. Licenciado en Periodismo por la Complutense. En AS desde el año 2000, es redactor jefe de Más Deporte. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos y unos Paralímpicos, Grand Slams de tenis, Davis, Laureus, candidaturas olímpicas, política, dopaje o grandes combates de boxeo. Le gusta escribir de deporte y también practicarlo.
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La Arthur Ashe, con capacidad para 23.771 espectadores, ya tiene su blindaje contra la lluvia, una cubierta retráctil que ha costado 150 millones de dólares que se desplegó por primera vez durante la victoria de Rafa Nadal contra Andreas Seppi el miércoles. Pero la estructura, que circunda el enorme embudo de la Central del National Tennis Center y se eleva sobre la grada, ha tenido también un efecto multiplicador del ruido, perturbando a los tenistas.

Nueva York, capital del show y el entertainment, acoge también al público más bullicioso del tenis. Y la música (AC/DC, Guns N’Roses…) atruena durante los cambios. “Con la cubierta, incluso si el techo está abierto, hay más ruido”, confirmó Nadal, que protagonizó el estreno en un partido en el que el árbitro Cédric Mourier tuvo que demandar silencio varias veces a los espectadores.

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“No sentí el silencio en ningún momento, el ruido fue continuo”, se quejó Garbiñe Muguruza, que fue eliminada en segunda ronda por Anastasija Sevastova y dio síntomas de desconcentración. La checa explicó que durante muchos momentos no escuchaba el sonido que produce la raqueta al despedir la bola.

En el tenis, un deporte de silencios, Nueva York es ahora más ruidoso.

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