Manita de Las Palmas sobre el Granada de Guillermo Ochoa

Empezó el Granada más motivado que Las Palmas. Samper quiso tomar la iniciativa desde el principio, pero rápidamente se diluyó, perdido entre Roque y Vicente. Se acercaban tímidamente los de Jémez, aunque salían al ataque con demasiada alegría, pues no cerraron la retaguardia. Los de Setién vieron la debilidad defensiva y fueron a por el partido. Avisó Livaja con un mano a mano ante Ochoa, pero se tiró en el área. No hubo penalti.

Luego vendría el regalo de Gabriel. No gestionó bien sus nervios y despejó erráticamente un balón bombeado que no tenía mayor peligro y El Zhar marcó. Jémez lo sustituyó de inmediato. Luego, Las Palmas empezó a gustarse. Vicente, El Zhar, Livaja, Boateng... todos tuvieron ocasión de marcar. Pero apareció de la nada Boga al filo del descanso. Cogió la pelota, dribló a todos y marcó el empate. Jarrón de agua fría.

La segunda mitad empezó muy alocada. El conjunto nazarí fue a por todas y durante cinco minutos atosigó a los amarillos. Pero la manta es corta. Después de tragar saliva, Varas mandó un balón a Livaja hasta el otro lado del campo. El croata levantó la cabeza y centró a Boateng, que estaba solo. Ochoa intentó llegar, pero el poderoso remate entró en la red. La dedicación fue para Italia. A partir de ahí, Las Palmas se desmelenó. El Granada, noqueado, vio cómo El Zhar ponía el tercero y cedía el cuarto a Momo. Goleada con autoridad que cerró Araujo.