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El precio de Higuaín, el de Pogba y lo que valen de verdad

Una cosa es lo que cuestan... y otra bien distinta lo que valen. No soy dudoso sobre la figura de Gonzalo Higuaín. Cuando en el Madrid algunos le consideraban casi un proscrito, defendí su derecho a competir en igualdad de condiciones. Cuando ha tenido protagonismo, siempre ha rendido a un nivel altísimo. Nadie le puede quitar hoy el hecho de ser el máximo goleador histórico del fútbol italiano. Pagar 90 millones por su fichaje me parece una barbaridad. Supongo que para el Pipita también debería valer eso de que vale lo que alguien está dispuesto a pagar por él. Los que viven en el mercado opinan que no hay delanteros de élite y que la Juve, después de vender a Morata y dar por hecha la marcha de Pogba, ha decidido algo tan sencillo como invertir buena parte de lo ingresado en el ‘capocannoniere’ del Nápoles.

Fichajes estratégicos. En un mercado cambiante, donde a la eclosión de grandes magnates y jeques hay que unir el desigual reparto televisivo y el emergente poderío de los inversores chinos, los grandes clubes intentan elevar su status. Para ello, hay fichajes necesarios que tienen que ver con lo estrictamente futbolístico y fichajes estratégicos, que tienen que ver con la proyección como club, con un determinado modelo. Zidane lo fue en su día y costó 76 millones. Cuando el Madrid fichó a Cristiano lo hizo sabiendo que ante Messi sólo cabía una respuesta, al precio que fuese. Sus 96 millones hoy no parecen tan desorbitados.

El pulso por Pogba. El Real Madrid, sin caer en la autocomplacencia, enfoca el curso desde la tranquilidad de ser campeón de Europa. Sabe que tiene a muchos de los mejores del mundo en su puesto. A Pogba le puede su deseo de jugar a las órdenes de Zizou, que no es ninguna cuestión menor para un francés y su espina clavada con el United cuando era un proyecto de futbolista, del que salió por la puerta de atrás. Hasta puede que le influya la posibilidad de jugar en la misma ciudad que su hermano Griezmann. Para el United de Mou es una necesidad, un fichaje estratégico. Un apasionante duelo entre los dos clubes más poderosos del mundo, a nivel económico.

El dibujo de Zidane. Aunque los partidos de pretemporada hay que tomarlos en su justa medida por mucha pinta de Champions que se les quiera dar, lo cierto es que va a resultar interesante atisbar la nueva propuesta del técnico del Madrid. Está ensayando con un 4-4-2, que invitaría a pensar en un Madrid con mayor riqueza táctica, capaz de tener distintos guiones de partido, en función de sus futbolistas. Un salto interesante.