Para este Día del Padre, quiero un buen DT
No, no se hagan bolas, no pierdan el tiempo, Juan Carlos Osorio no renunciará y nuestros federativos no lo van a echar. Bien, una vez que logremos entender eso, dejemos de escribir para ellos, dejemos de perder el tiempo y encontremos la forma de mejorar nuestros canales de comunicación y llegar a algo bueno. Sí, nosotros, con eso bastará para al menos poder dormir mejor después de esa dolorosa humillación.
¿Qué les digo? Conozco el medio mexicano desde hace 27 años y sé que antes de aceptar sus carencias y su incapacidad para tomar buenas decisiones, iniciarán una nueva campaña contra los molestos críticos. Imagínense, ayer leí a un estupendo historiador mexicano (Enrique Krauze) y a su hijo, hablar “profundamente” del Tri y defender a Osorio de sus sádicos críticos. La maquinaria estaba en movimiento y la utilizarán con toda su fuerza para defender su miopía.
Si ya una vez lograron silenciar a esos incómodos críticos, buscarán la fórmula y la usarán de nuevo. Yo seré un necio, negativo, rencoroso y hasta me convertirán en el enemigo público número uno del entrenador colombiano. Con que tú sepas que eso no es verdad y que sus discursos no tapen la realidad, con eso, con eso ganarás. Si lo quitan o lo dejan, lo importante es que tú sepas a qué atenerte, porque sufrirás menos, dejarán de engañarte y eso los obligará a mejorar o perderte.
Verdad. Juan Carlos no tiene enemigos en México, porque aún no representa ninguna escuela, porque a nivel internacional aún no es nadie (no digo que un día no pueda llegar a lograrlo) y porque, en serio, me parece una estupenda persona.
Verdad. Para mí sólo un jugador se salva de la quema tras el papelón ante Chile, Néstor Araujo, y es parte de la defensa que se comió los siete goles. Pero no debemos de perder de vista que el director manda, que planea, que decide, que acomoda, que motiva, que enfoca y que debe cargar con un gran porcentaje de la responsabilidad ante un fracaso de este tamaño.
Verdad. México llegó a este partido envuelto en rachas y marcas intrascendentes que engañaron a muchos, pero que hace rato dejó de practicar un buen fútbol. Que la racha también es del Piojo Herrera y del Tuca Ferretti y que la gente se olvidó de ello y quiso concentrarse en la nueva maravilla táctica que llegó para salvarnos.
Verdad. Los buenos jugadores que tiene México no desaparecerán con esta derrota, pero si no se toman mejores decisiones, con valor e inteligencia, poco a poco sí podrían ser afectados profundamente.
Verdad. No vamos a ser la peor selección del mundo tras esta vergonzosa goleada, pero mal haríamos en verlo como “un accidente” del futbol.
Verdad. Nos dirán que esta es nuestra realidad y que Chile como Argentina o Brasil tienen mucho mejores jugadores que nosotros, en los mejores clubes del orbe. Puede que eso salve un poco la vergüenza que debería tener Osorio, pero si los futbolistas lo creen, ahí vendría un grave problema.
Verdad. La gente en Selecciones Nacionales que no tuvo el nivel para detener tantos cambios en esquema y alineaciones de JC Osorio, seguramente tampoco lo tendrá para corregir el rumbo.
Verdad. La verdad es que ni yo ni nadie tiene la verdad absoluta. Opino por experiencia y según el color del cristal que tengo frente a mí. Pero con total libertad para hacerlo y para hablarte directamente a ti. A nadie más. México va a crecer cuando deje de engañarse y cuando deje de sentirse menos que otros.