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COPA AMÉRICA CENTENARIO

Día 10 – El diluvio

Houston es tierra de milagros y de huracanes. La previa del México vs Venezuela estuvo pasada por una tormenta.

México DFActualizado a
Día 10 – El diluvio
Eduardo López

(I)

Habíamos advertido que Houston es tierra de milagros. También es tierra de huracanes. Su cercanía la costa del Golfo de México (Galveston queda a 40 minutos en automóvil) le condena. Dos horas antes de la conferencia de prensa de Juan Carlos Osorio en el NRG Stadium, sobre Houston se cernió un simulacro del Apocalipsis. El cielo se oscureció (a las tres de la tarde; como en un eclipse de sol); el agua caía a chorros, en cortinas, impulsada por vientos demenciales. Los truenos rebotaban en los rascacielos y el primer tramo de la autopista que lleva al estadio tenía que superarse con remo. Por un momento creí que un huracán intempestivo se había instalado en Houston (como lo hizo un tornado hace 10 años exactos, en una de mis anteriores visitas a la ciudad).

El día anterior, el sol inclemente nos azotó durante la práctica del Tri en una escuela preparatoria; ese sol que se adhiere a la piel y que abraza la garganta. Hoy, día de partido, los pronósticos apuntan a que la tercera parte del diluvio universal se descargara en Houston y alrededores. La tormenta amenaza con matar la previa, siempre deliciosa, de un partido de México en Estados Unidos. O quizá no. Mejor eso, a los hooligans de Marsella.

(II)

El sábado acudí al Colombia vs Costa Rica. En mi recorrido hacia los palcos de prensa, a través del túnel que lleva a los entresijos del estadio (vestidores, sala de prensa, bodegas), pasaron dos guardias que custodiaban a dos hombres, esposados. “Intentaron saltar a la cancha”; el delito más común en las arenas deportivas estadounidenses. Uno era colombiano. El otro, mexicano. Bandera atada al cuello y camiseta con la palabra ‘Chicharito’ estampada en la espalda. Nunca falla. Sea donde sea. Juegue quien juegue.