Neininger, auditor externo, aseguró que la FIFA es la víctima real del escándalo, toda vez que las investigaciones han resultado en acciones legales contra la organización, situación que ha puesto en peligro los convenios comerciales de la Federación con su patrocinadores. "Esto tendrá un efecto negativo en las finanzas de la FIFA", agregó.
FIFA ha aprobado y puesto en marcha un paquete de reformas que incluye una nueva estructura (Consejo de FIFA), la conformación de nuevos comités independientes, una mayor injerencia de la Comisión de Auditoría y la reducción en los periodos de permanencia en el cargo.