Vuoso dejó ir el triunfo de La Máquina contra La Franja
En tarde de diversas emociones, el Cruz Azul dejó ir varias oportunidades de gol y permitió que el Puebla FC consiguiera el empate.
Cruz Azul y Puebla FC firmaron un empate entretenido en el Estadio Azul. La carencia de contundencia, sumado a la gran noche de Jesús Corona y Cristian Campestrini, pusieron esta paridad de un gol en la colonia Nápoles.
Tarde soleada y clara, tras dos días llenos de lluvia, viento y frío, que fue lo que sufrió la afición azul, como cada torneo. Todo pintaba para una victoria de los cementeros, sin embargo, La Franja de Pablo Marini dejó el corazón en el recinto colindante de la Plaza México.
La Máquina comenzó con un ritmo acelerado y la contundencia fue su peor enemigo, que comprobaron a la larga. El primer aviso fue de Jorge Benítez, encarando a Campestrini, que tras el buen achique evitó la primera anotación en una de esas tardes familiares y amenas, pero que pueden terminar con un sinsabor, en el Estadio Azul.
Christian Chaco Giménez, un revulsivo celeste que arrancó el encuentro por la lesión de Joao Rojas, recorrió el sector izquierdo y derecho, difícil de marcar para los camoteros, y que fue clave para los locales. Tras diversas fallas de su equipo, el naturalizado mexicano entró por el lado derecho, recortó a los dos zagueros poblanos que salieron a tratar de cortarle el paso, tiró con la parte externa del empeine y un desvió de La Franja permitió que se abriera el marcador.
Con la ovación de los seguidores cruzazulinos terminó el primer tiempo. Equipo que agrada, ataca, pero no es contundente.
Cruz Azul mantuvo el ritmo hasta que Chaco salió. El Estadio Azul se derrumbó, así como la construcción completa de la Ciudad de los Deportes, idea original de Neguib Simón Jalife, cuando el presupuesto sólo dio para levantar la Plaza México y el Azul. Los seguidores aplaudieron la entrega que tuvo el ídolo celeste en la cancha.
Un minuto después regresó esa malaria de los subcampeonatos, aunque no en el punto más álgido. Matías Alustiza apareció fuera del área solo, con una mala coordinación de los zagueros centrales. El Chavo tiró un fogonazo de derecha y el lance de Corona fue inútil.
En los próximos minutos llegaron dos avisos más del Puebla, pero la experiencia y el repunte de nivel de Chuy salvaron a La Máquina.
Un penal polémico parecía que la tarde iba a ser soñada. Matías Vuoso tomó la bola, ante un Estadio Azul expectante. Un tiro carente de potencia fue salvado por Cristian Campestrini, evitando la victoria azul en tiempo de compensación.
Por el momento, con este empate a un gol, ambos equipos se mantienen en zona de clasificación.