Acosta derrumba a Talavera y salva a la 'Franja' del 'Infierno'
Un gol del defensor en el último minuto extirpó un punto del Nemesio Diez. Triverio había adelantado a los Diablos que no ganan desde la jornada 1.
Alberto Acosta, remate acrobático, mitad tijera-mitad volea, rescató un punto para el Puebla del otrora temible Nemesio Diez. Su gol, segundos antes del campanazo final, neutralizó el tanto de Enrique Triverio que mantuvo esperanzado al Toluca con alcanzar su primera victoria desde su salida a escena en el Clausura 2016. E hizo mucho más: atribuló a Cardozo, envenenó a la grada del Nemesio Diez y confirmó que las prioridades del Puebla ya son otras y no el descenso.
El magistral tiro libre del 'Hobbit' Bermúdez, artista infravalorado, alejado por Talavera, debió ser interpretado como una premonición. El Puebla copó el campo de juego mientras el Toluca se hacía espeso. Cueva enredaba consigo mismo, Bottinelli erraba sus envíos por centímetros, Ríos y Ortíz navegaban con los machetes desenvainados. El Puebla encontraba más sosiego con la pelota: el 'Hobbit', Torres y Alustiza, gustosos de la brocha, supieron filtrarse entre las cuarteaduras en la zaga toluqueña. El partido prosiguió en ese color, grisáceo, hasta que "El Jerry' Flores colgó una pelota que Triverio remató hacia el césped; el rebote venció la zambullida de Villaseñor. Mucho premio para tanta dejación. El punterazo de Puebla, tras una cabalgata en la que gastó la mitad de su batería, terminó en justicia divina: el rácano no merece tanto.
La primera mitad del segundo tiempo fue un sitio infructuoso de un Toluca ligeramente más nervioso. Los reflejos de Villaseñor, mero instinto, desviaron un tiro de Cueva hacia el larguero. El Toluca hizo transitar el cuero de un lado a otro, aunque, dicho sea de paso, su intención no era otra más que la de dejar escapar la arena del reloj. Los Diablos de Cardozo se aburrieron de la posesión, quizá del partido. El Puebla, tan combativo que debe reposar varios minutos para volver a la carga, redobló la apuesta al notar el abandono escarlata. Amione amenazó a Talavera con un cabezazo, Torres obligó a que el espíritu de Lev Yashin poseyera al cuerpo del meta mexicano (brutal tiro libre y brutal atajada) y Acosta, gol instintivo, salvaje, salvó la vida a la tropa poblana; no merecía morir.
Cinco puntos para ambos pero con distintos horizontes. El de Cardozo se acerca día a día más, el de Marini se abre tras los volcanes de fuego poblanos.