Zizou no está listo, pero lo estará
Con las breves palabras que ofreció durante su primer evento como Director Técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane me dejó más claro en algo, el francés no estaba listo para recibir el paquete; ahora la directiva tendrá que apoyarlo, darle tiempo y darle herramientas para controlar el verdadero problema del equipo, el vestuario blanco.
Nervioso, Zizou se comprometió a darlo todo por conseguir “que este equipo, al final del año gane algo”. No parece una misión imposible cuando estás a sólo cuatro puntos del líder, Atlético de Madrid, con un semestre por delante. Y aunque también siguen vivos en la Champions League, ya sería hablar de un arranque legendario.
Pero aunque a Zidane le falta todavía mucho por aprender como estratega, lo realmente complicado en el Real Madrid es tener la capacidad controlar los egos del vestidor, las intromisiones de la presidencia y la enorme presión que ejerce cada semana uno de los mejores equipos de todos los tiempos, el Barcelona.
La buena noticia es que el ícono calvo parece tener capacidad de aprender cuando se le arropa y se le auxilia. Cuando en el 2014, a su llegada a la dirección técnica del Real Madrid Castilla, el francés perdió cinco de sus primeros seis partidos, de inmediato se acercó a Guy Lacombe, entrenador que lo llevó de la mano por las filas del AS Cannes, en los ochenta.
Los consejos de su mentor, que se enfocaron tanto en la cancha, como en su forma de expresarse y convencer a los muchachos, dieron frutos de inmediato y la joven plantilla logró cerrar en la sexta plaza de su primer torneo en la Segunda B. Zidane deja al Castilla en la segunda posición del presente torneo, con 10 victorias, seis empates y dos derrotas. Cierto, nada como para esperar que sea el Cruyff de Madrid.
Como siempre será el tiempo el que dará la última palabra, lo que espero es que si no le salen las cosas, a finales de año no sea él quien tenga que moverse sino alguien más, al menos uno de esos intocables “monstruos” que han hecho de la Casa Blanca un lugar inaccesible.