El Porto pierde el invicto, el liderato y la brújula en Lisboa
El Sporting desbancó al Porto de la cima de Liga Nos al vencer con doblete de Slimani. El tridente mexicano estuvo en el campo desde el inicio.
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Pinchazo del Porto en Lisboa. ¿Que el año nuevo arranca a marcha lenta? No, dirán los Dragones; "de maneira nenhuma". La primera estación del año: Lisboa-José Alvalade. La más tenebrosa. Como volver de unas vacaciones en las Islas Fiji para enrolarse en la delirante jungla de concreto de una megalópolis vesánica. O despertar de un celestial sueño, protagonizado por una top model y litros de champán, en una oficina burocrática. Al Porto le pilló el salvaje Sporting en plena modorra y le apeó de la cima de la Liga Nos. Tripleta fatídica: invicto, liderato y brújula. Todo lo perdió el Porto.
Mucho deparó uno de los clásicos del fútbol portugués. No era para menos: brutal duelo de vencidas entre los dos mejores equipos de la Liga Nos (sólo una derrota entre ambos). El Sporting de Jorge Jesús ( "El Innombrable", como es llamado ciertas latitudes lisboetas) salió al campo demasiado cándido y fogoso, aún con la sidra en los labios, como inmerso en los minutos apenas posteriores al cambio de año. El Porto de Lopetegui, amilanado. Quizá ruborizado por el fervor de la feligresía 'sportinguista'. Quizá hastiado de parafernalia; quizá, simplemente, espeso por haber dormido tan poco. Mateus Pereira y Bryan Ruiz, ese 'trequartista' tico, probaron los cañones y tantearon las municiones. El electrocardiograma del Porto lo mantenía vivo Corona; el mexicano compartía el vigor del Sporting y atolondró a Jefferson hasta llevarlo a la locura. Pero no sólo de 'Tecatito' vive el Dragón y los 'Leones', segundo a segundo más fieros, castigaron la narcosis de su rival: Slimani surgió entre Martins Indi y Danilo y martilleó el tanto.
Lopetegui, tan apegado al histrionismo, arengó tan fuerte que su grito despertó al Dragón. Rompió las cadenas, bostezó para quitarse la pasta de los labios y empezó a exhalar fuego; primero chispas, luego bocanadas. Corona taladró a Jefferson y ofreció el gol a Danilo, cuya sombra estaba justo donde debía estar su cuerpo. Más tarde, Aboubakar pescó un pase teledirigido de Danilo, pero estrelló el cuero en el muslo de Rui Patricio. El Dragón seguía sin asestar el golpe, pero, al menos, ya gruñía.
La manada 'verdiblanca' descendió por las callejuelas de Lisboa y copó todo rincón en la segunda batalla. La estrategia de ocupación asfixió al Porto, que volvió al estado de coma. Layún, un tren por la vía izquierda que nunca llegó a ningún destino; Aboubakar, extraviado en los pasadizos lisboetas; Brahimi, en monólogo consigo mismo; Herrera, siempre en el 'a punto de'. El Sporting sometió al Dragón: el travesaño negó el doblete de Slimani, Casillas voló para desactivar un misil de Ruíz y un golpeo de Silva con taco y polvo antideslizante magreó el poste derecho de Iker. Las incursiones de Silva, Tello y André-André no sosegaron al Porto. El segundo grito de Slimani, asistido por Ruíz, sólo firmó el acta de defunción. Mención honorífica para el costarricense: qué fútbol, mae.
El Porto, con 36 puntos, ahora ve hacia arriba al Sporting (38). Y su virginidad derrotista en el curso, hecha trizas. El Dragón lo perdió todo en el José Alvalade: invicto, liderato y brújula. Pero, cuando vuelva a amanecer, se dará cuenta que, en realidad, no ha perdido nada. Mayo queda muy lejos aún.