Te quiero, México; a pesar de tus técnicos
Es temprano aquí en Madrid, en unos minutos tengo que salir a la redacción de AS, para tener una junta en la que se planeará el 2016 para las redacciones de América (Chile, Colombia, México y Estados Unidos) y aunque sé que por la noche, durante la Gala del diario me estaré durmiendo, no saben qué bien se siente haber dormido tan poco para ver ese desenlace tan emocionante de la Liga MX.
Qué bien sentiré decirlo en unos minutos en la redacción, frente al resto de los compañeros, a pesar de muchos de nuestros entrenadores (que no DIRECTORES técnicos), con todo y el (nuevo) ridículo del América en Japón… qué gran futbol se llega a jugar en México.
No soy Puma, pero cómo disfruté el despliegue en el campo de ese amor y orgullo universitario que tanto presumen sus seguidores; casi podría decirles que, aunque no debiera, sentía que debían ganar, que era lo más justo, que por la diferencia de inversión entre cada plantel, si la UNAM ganaba, ganaba el fútbol mexicano.
Pero no, que nadie se confunda, se trata de una Liga profesional, de un deporte en el que también hay que gastarle para separarte del resto y también se le debe aplaudir a Cemex y a la directiva de los Tigres por traernos a México a futbolistas de la talla del francés "rompeliga", André-Pierre Gignac o del impresionante arquero argentino Nahuel “Patón” Guzmán, quienes al final, así, con divinidades que partieron desde lo individual, definieron la Final en Ciudad Universitaria y acabaron con ese (casi) indomable corazón auriazul.
Así inicia mi día en la "Madre Patria”, lleno de orgullo por lo que podemos presumir, sí, sí, con todo y que muchos de los actores de la obra del domingo por la noche no sean nacidos en México, ese balompié nos representa y sí, le da la vuelta al mundo, al menos para hablar del nuevo Campeón de México y de otra Final loca que se decide en penales, al puro estilo azteca.
¡Que tengan un gran día en mi querido México!