Ex presidente de fútbol panameño, se entregará
Luego de ser solicitado por las autoridades estadunidenses, el ex dirigente del balompié de Panamá se entregará.
El expresidente de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut) Ariel Alvarado anunció hoy que se pondrá a "disposición" de las autoridades estadounidenses que investigan el "FIFA Gate".
En un comunicado divulgado por la prensa panameña el exdirigente dice que "conocido el anuncio de las autoridades de los Estados Unidos de América, ya hemos estado contactando a los mismos para ponerme a su disposición para contribuir en el esclarecimiento total de los hechos que se investigan".
Alvarado está implicado en la investigación por corrupción en la FIFA que lleva adelante la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, quien argumenta que el delito fue cometido en territorio estadounidense.
La investigación por sobornos, que alcanzarían los 200 millones de dólares, incluye 92 cargos por delitos que van desde organización mafiosa y fraude masivo, hasta blanqueo de dinero, y los acusados, de los que ocho ya se han declarado culpables, se enfrentan a un máximo de 20 años de prisión.
"Leídos los cargos (recibir más de 200.000 dólares en supuestas coimas) debo precisar que al margen de algunas inconsistencias de fechas y citas, existe un error de concepto porque no se ha cometido corrupción, conspiración para fraude, fraude, conspiración para lavado de dinero o lavado de dinero", dice Alvarado en su defensa.
Añade que "los fondos recibidos fueron un aporte económico razonable acordado para apoyarme con los gastos de campaña para las elecciones de la Federación Panameña de Fútbol cuando opté como candidato a Presidente de la misma".
El exdirigente asegura que su proceder "ha sido con absoluta transparencia y que no hemos cometido conducta ilícita alguna".
Los acusados el pasado jueves por Lynch son 16 directivos y exdirectivos de la FIFA en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, que se agregan a otro grupo denunciado meses atrás.
El jueves, cuando se divulgó su implicación en el llamado "FIFAgate", Alvarado se declaró "sorprendido" por las acusaciones y dijo que serían aclaradas "por el buen nombre del deporte y de mi familia".
La Fepafut ha pretendido desvincularse del escándalo argumentando que es un asunto "personal" de Alvarado, pero la prensa deportiva y abogados panameños argumentan que debe abrirse un expediente y revisarse las cuentas de esa institución deportiva durante los once años que el exdirigente fue su presidente (2000-2011) para verificar si no se le causó una lesión patrimonial.
El Ministerio Público panameño no investiga a Alvarado porque no existe una denuncia formal o petición internacional de captura.
Alvarado no ha precisado cuándo se entregará a la justicia estadounidense, pues Panamá no puede extraditar a un nacional porque la Constitución lo prohíbe.