El Color: Sin tanta expectativa rumbo a Rusia 2018
El primer partido de México pensando en la Copa del Mundo, no causó tanta expectación a los ciudadadanos mexicanos como en otros partidos.
La Selección Mexicana de Fútbol arrancó un sueño más, llamado "Rusia 2018". A menos de tres años de la próxima Copa del Mundo, todos los mexicanos se subieron al barco y zarparon desde el Oceano Pacífico en tierras mexicanas, y podrán tocar tierra en menos de tres años.
La primera víctima, El Salvador. Sin tanta expectativa, como hace un mes por el pase a la Copa Confederaciones frente a Estados Unidos, algunos seguidores del Tri asistieron al Estadio Azteca, que no se llenó pero registró una buena entrada.
Ante una Selección Salvadoreña mermada por problemas extracancha por diversos factores, los mexicanos prefirieron ver el partido en su casa o hacer las primeras compras del Buen Fin.
En los duelos importantes del América o la Selección, o incluso en los conciertos, los microbuses hacen base desde horas antes para llevar a todas las personas a sus destinos. Decenas de camiones se estacionan y esperan a la gente que salga. Contra El Salvador, los microbuses se contaban con las manos de un dedo.
El Distrito Federal continuó con su activividad normal. Autos pasaban frente al recinto mundialista, los peatones caminaban y otros comían en los puestos callejeros. Otras personas iban a los supermercados a hacer las primeras compras del Buen Fin.
Cinco horas antes al duelo del Hexagonal de la CONCACAF, las calles aledañas estaban hechas un caos. Sin embargo, tres horas antes, frente a la Araña que impone en el Coloso de Santa Úrsula, la explanada estaba llena de puestos ambulantes, policías resguardando el inmueble y algunos mexicanos caminando para entrar a ver a su Selección, y el tránsito fluía.
Con este primer juego ganado, los 11 jugadores en cancha, su técnico y 120 millones de mexicanos arrancan un sueño, que es Rusia.