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INTERNACIONAL

La Eurocopa de Francia aliviará a la atormentada Albania

La Selección Albanesa, representante de un país golpeado y otrora aislado del resto del mundo, disputará un torneo internacional por primera vez.

Albania clasificó a la Copa Europea de Naciones de Francia 2016.
ARMEND NIMANIAFP

Cuando Sadiku remató en el corazón del área armenia, caminando hacia atrás para pescar la diagonal enviada por Roshi, Tirana y Albania entera estalló, desde los Alpes Dináricos hasta el litoral mediterráneo. Albania, país herido, pueblo fiero y melancólico, había dado un golpe a la lógica balompédica; primera clasificación en toda su historia a un torneo internacional. La Plaza Skanderbeg de Tirana, su capital, tendrá un motivo para celebrar y olvidar los años de Enver Hoxha, las Guerras Balcánicas, la dominación fascista y la diáspora de su pueblo por toda Europa. 

La Asociación de Fútbol de Albania fue fundada en 1930 y se adhirió a la FIFA dos años después, en pleno reinado de Zog I, único rey albano. El país fue invadido por la Italia de Mussolini en 1939, en los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial. La selección nacional no vio acción hasta 1945, cuando enfrentó a la vecina Yugoslavia en Tirana (2-3 a favor de la visita). El fin de la Segunda Guerra marcó el devenir del país en los próximos 40 años; Enver Hoxha, académico convertido en guerrillero de inspiración marxista-leninista y fundador del Partido del Trabajo de Albania, se hizo con el poder de la nación, la cual gobernó con puño de hierro por cuatro décadas. 

La era de Hoxha fue caracterizada por un marcado aislamiento de Albania con respecto al resto del mundo. En principio, Hoxha sólo manifestaba fidelidad a la Unión Soviética de Stalin, pero tras el proceso de 'desestalinización' emprendido por Nikita Krushchev, Albania se alineó con la China de Mao. El fútbol, al contrario de otros países del bloque comunista, no tenía un rol tan importante. La selección no participó en ningún proceso eliminatorio hasta 1963, cuando intentó clasificar, en vano, a los Juegos Olímpicos de Tokio. Desde entonces, cada dos años, un nuevo proceso futbolístico dio inicio, siempre con el mismo final. 

El régimen de Hoxha cayó en 1985 cuando el líder murió. Cientos de miles de albaneses se congregaron en sus funerales. Tras de sí, había dejado un país paranoico, hermético, sumergido en la incertidumbre en el contexto del fin de los gobiernos socialistas en Europa del Este. Ramiz Alia tomó el lugar de Hoxha. En tanto, su  fútbol seguía sin despuntar internacionalmente a pesar de la gran pasión que causaba: el KF Tirana y el Vllaznia Shkodër movilizaban al país en un derbi acompañado por cielos rojizos y humaredas volcánicas. Las crónicas de Lola Galán para El País, en plena transición Hoxha-Alia, dan testimonio de la pasión.

Y llegó el día. El 11 de octubre de 2015, Albania derrumbó el mito perdedor y disputará la Copa Europea de Naciones en Francia al vencer a domicilio 0-3 a Armenia. ¿Cómo pudo germinar, finalmente, el fútbol en una de las naciones más pobres de Europa (7,800 dólares de ingreso per capita anual)? Mucho del crédito lo tiene Gianni De Biasi, metódico entrenador de larga trayectoria en la Serie A, que ha logrado conjuntar a un puñado de futbolistas. "Albania siempre ha producido grandes jugadores", expresó De Biasi a FIFA en una entrevista hace dos meses: "Son muy orgullosos y pasionales. Mi rol es desarrollar un sistema táctico que explote lo mejor de ellos. Siempre busco el balance entre imaginación y disciplina táctica; es la razón por la cual uno puede encontrar a otro con los ojos cerrados". 

Albania superó los años de Hoxha, el conflicto Serbia-Kosovo, la sanción que le impuso FIFA en 2008 por injerencias gubernamentales y que obligó a la expulsión de todos sus equipos de toda competición internacional, la derrota ante Luxemburgo camino de la Euro 2012, la diáspora que ha alejado a futbolistas con raíces en su país o en Kosovo, país con población de etnia albana (Januzaj, Shaqiri, Granit Xhaka, Dzemaili, Behrami) y que han elegido representar a las naciones que les han acogido. El equipo de Berisha (Lazio), Xhaka (Basilea) y Cana (Nantes) ha hecho historia. Todo es pasado. El presente es una fiesta en la Plaza Skanderbeg y el futuro es Francia 2016. 

Los aficionados albaneses festejan en las calles de Tirana.
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Los aficionados albaneses festejan en las calles de Tirana.ARMANDO BABANIEFE
Los jugadores albaneses celebran su primer gol ante Armenia.
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Los jugadores albaneses celebran su primer gol ante Armenia.KAREN MINASYANAFP