LIGA MX

La Monarquía destruye a La Franja a pesar de Campestrini

Morelia venció al Puebla gracias a su juego ofensivo y a dos penaltis de Juan Pablo Rodríguez. Campestrini, héroe y villano.

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Mexsport

Rompequinielas. El inestable Morelia, lugar 14 del torneo, venció a domicilio al Puebla, sexto general al iniciar la jornada, y victorioso en el Volcán de los Tigres la semana pasada. Los goles michoacanos fueron obra de Juan Pablo Rodríguez, quien embocó un doblete desde el punto penal, y Pablo Velázquez; Carlos Gutiérrez había descontado para los camoteros. Y eso que Campestrini atajó hasta los envíos de los baloneros; sin él, el resultado habría sido un escándalo.

El Puebla fue invisible en la primera mitad. Sin precisión ni intensidad. Su jugada de mayor peligro fue un envío de larga distancia de Campestrini (sí, hasta eso hace) que Rey peinó con la cabeza. La Monarquía tuvo mejor circulación y profundidad. Al minuto 8, Herrera derribó a Villalpando y Juan Pablo Rodríguez, infalible, convirtió el disparo en gol. Dio inició el show-Campestrini. El exarquero de Arsenal de Sarandí se estiró para desviar un misil de Pablo Velázquez, barrido sobre el corazón del área y luego negaría un disparo de Villalpando a su primer poste. Hasta entonces, sin noticias de la Franja. 

El segundo tiempo no fue muy distinto. Siguió el Morelia con su frenesí ofensivo que obligó a Campestrini a desquitar el suelo al máximo. Intentó la Franja reaccionar por conducto de Rescaldani, sustituto de Toledo; el mediapunta argentino remató en split de ballet un centro de Gutiérrez, Cirilo Saucedo envió la pelota al tiro de esquina.

La breve reacción poblana fue sofocada por el monólogo ofensivo purépecha. Campestrini detuvo los intentos de Morales y Velázquez, pero quedó estupefacto ante el soberbio remate de cabeza del paraguayo, al minuto 64: desde la derecha golpeó con el parietal hacia la izquierda y la pelota dibujó una parábola perfecta. Sobre la recta final, Cuero tropezó con la pierna izquierda de Campestrini y el árbitro señaló el penalti. La recompensa para Campestrini por su recital: expulsión. El fútbol suele ser injusto. Juan Pablo Rodríguez sentenció el partido a pesar de que Arias, portero postizo, mostrara que las lecciones de Campestrini en los entrenamientos dan resultado; casi ataja el disparo. 

Tan dispares antes del cotejo, tan cercanos después de él. A Puebla y Morelia los separaban siete lugares en la tabla general y ahora son séptimo y octavo, respectivamente. El folclor del fútbol mexicano. 

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