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LIGA MX

Los Pumas devoraron al Gran Pez y son sublíderes

Ismael Sosa y Fidel Martínez guiaron una victoria clara de Pumas ante los Dorados que, no obstante, desperdiciaron dos ocasiones en la primera mitad. Tercer triunfo consecutivo en CU.

Actualizado a
Fidel Martínez celebra el segundo gol de los Pumas ante Dorados. El ecuatoriano suma tres tantos en el Apertura 2015.
Mexsport

Los Pumas devoraron al Gran Pez. Con goles de Sosa y Fidel Martínez, los aurinegros propinaron su tercera derrota consecutiva a los sinaloenses, que permanecerán en el fondo de la tabla del descenso por una jornada más. Los felinos de Vázquez siguen con los colmillos afilados: con 12 puntos, escalaron al segundo lugar general, desempatado con Toluca y América por diferencia de goles. Las dudas contraídas en Puebla han quedado enterradas. Los Pumas ya rugen con fiereza. 

Bajo el usual sol calcinante de las mañanas domingueras, los Pumas se lanzaron al agua con las garras filosas y los colmillos pulidos. El botín era un manjar: tres puntos y credibilidad. Y un pez escamoso. Matías Britos se escabulló entre la retaguardia áurea, recibió un pase filtrado de Sosa, enfiló en diagonal hacia el arco y definió cruzado; su disparo se marchó a la línea de meta. Primer aviso. Minutos después, Fidel Martínez empaló la pelota, en homenaje a su mote (Neymar) y el cuero llegó a los pies de Herrera, delantero atolondrado por la mala suerte. Cuando no yerra, la bandera del linier borra su gol de los registros. 

El dominio puma fue balanceado por una bocanada ofensiva de los Dorados. Bravo cabalgó con el balón controlado por toda la avenida Insurgentes sin tránsito; cuando disparó, Palacios ya estaba demasiado cerca, casi sobre sus narices. "Pikolín" rechazó el tiro y Nurse puso en órbita el reintegro cuando Giovani Hernández esperaba en el área, sin custodia, para empujar la pelota. Poco después, Hernández se llenó de pólvora el zapato y su detonación, muy amenazante, se fue por encima del marco de Palacios. Como un meteorito que se desintegra en su órbita sobre la atmósfera. 

El descanso bajó los ánimos del Gran Pez. Los felinos pusieron sus garras sobre el cuerpo del marisco, que no cesaba de aletear. Entonces, el pase profundo de Fuentes, la diagonal de Britos sobre la izquierda y fogonazo de Fidel Martínez en el corazón del área, la garra del puma desgarrando las escamas. Tercer tanto del curso para el ecuatoriano. El Pez tuvo algún aleteo antes morir: Bravo recibió, cubrió, y disparó a quemarropa, pero la reacción de Palacios, una más, rechazó el cañonazo. La expulsión de Caicedo, por pretender talar las piernas de Alcoba, fue el último revoloteo. Gran Pescado, ahora.