Da Silva y Rojas hacen del Estadio Jalisco un infierno

El Toluca triunfó en el Estadio Jalisco ante el Atlas de Matosas con goles insospechados: ni Triverio ni Uribe; Da Silva y Rojas. Los Diablos Rojos miran de cerca la cima del campeonato (terceros, sólo separados del América, segundos, por diferencia de goles). Los rojinegros pasan penurias. Ni estética ni resultados. 

El partido fue vertiginoso desde el inicio. Norte sur. Al 18', Enrique Triverio se internó en el área con la pelota controlada y disparó; Fraga contuvo el impacto y su segundo intento, de sombrerito, que había ensayado el exjugador de Unión de Santa Fe. Pronto el Toluca obtuvo recompensa a su verticalidad. Tiro de esquina para Toluca tiene un sinónimo: gol de Da Silva. Su cabezazo, tan sólido como estético (impulsado por la nuca) dictó justicia. El paraguayo celebró como si hubiera marcado por error. 

El Atlas reaccionó pronto. Valenzuela pescó una carambola en el área tras un tiro de esquina. En el lugar y el momento indicado. Sólo cargó la pierna y soltó el disparo para vencer a Talavera. Mucho fútbol por suelo y banda para anotar con complicidad de la fortuna. 

Los rojinegros se abalanzaron ante la meta de Talavera. Verticales, profundos, incisivos. Bergessio intentó en dos ocasiones y Arizala estuvo muy cerca de rematar en las narices de Talavera. En problemas se encontraban los Rojos, sin recuperación y con fisuras que, de milagro, no le hacían más daño. En su hora más baja, el Toluca encontró respiro. Esquivel, con arco y flecha, envió un balón largo a los pies de Óscar Rojas, quien soportó la embestida de Loboa, gambeteó suavemente a su derecha, y definió con suavidad. Gol muy 'cardoziano'. El Atlas no volvió a recuperarse. Sólo un infructuoso acoso sobre el final del partido. El Toluca, aliviado, pícaro, más supo por diablo que por viejo. El Atlas vivió un infierno en el Jalisco. Y quizá sea sólo el principio.