Djaniny, el caudillo de la primera victoria de Santos en el torneo
El campeón empezó a curar la "campeonitis" gracias a un doblete de Djaniny. Venció 1-2 a Querétaro, que no pudo vengarse de la final del torneo anterior.
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- Sigue el partido de semifinales de ConcaChampiosn 2016 entre Santos - América
Por fin triunfó el campeón y lo hizo a costa de aquel al que ajustició en la final del torneo anterior. 2-1 triunfaron los guerreros gracias al doble grito de Djaniny Tavares; Emanuel Villa descontó para los queretanos. Los Gallos necesitarán un diván.
El campeón gritó primero. Djaniny Tavares acarreó la pelota, se internó en el área, y su disparo apurado y ajustado partió la portería de Volpi. Golazo del caboverdiano. Los pupilos de Caixinha, alcanzado el objetivo, se acurrucaron en su arco y se encomendaron a Marchesín. Los Gallos embistieron. Un pase inconmensurable de William fue pescado por "Tito" Villa, quien estiró la pierna para picotearlo con la punta del pie y empujarlo a la meta de Marchesín. Empate justo con dedicatoria a Camilo Sanvezzo, quien será operado de nueva cuenta: Villa festejó enarbolando una camiseta con el número del delantero brasileño.
El acoso del Querétaro fue creciendo conforme avanzó el primer tiempo. No hubo más noticias de Tavares y Rentería fue un fantasma. Los dirigidos por Vucetich merodearon el segundo tanto: un fogonazo de Noriega reventó la madera derecha de Marchesín y un disparo de Danilinho se elevó muy encima de los dominios de Marchesín. No pudieron los gallos afianzar la opresión. El "momentum" se esfumó cuando Romo decretó el final del primer acto. Oportunidad desaprovechada. El campeón, por más alicaído, hay que matarlo cuanto antes.
Los 'guerreros' de la Laguna coparon el terreno de juego con más vehemencia en el segundo tiempo. Atizaron más. Golpearon más. Sin estética ni postales, pero nada de ello es necesario cuando la victoria es urgente. Villa volvió a ensayar, pero su disparo se marchó a un costado de la meta vigilada por Marchesín. Querétaro, de poco en poco, perdió el espíritu y Santos comenzó a atacar a galope. Los campeones encontraron la receta para la 'campeonitis' al minuto '74, tras un saque de manos como una patada de despeje, Néstor Araujo peinó el cuero y Tavares detonó una bomba de bolea. Si el primero fue bueno, el segundo merece un marco.
Querétaro no reaccionó tras el golpe. Tavares pudo dar el tiro de gracia tras una cabalgata sobre el final. Los subcampeones murieron dormidos y el campeón ha sanado el resfriado. Por ahora. Algunos remedios sólo enmascaran el trastorno.