Esta noche es hora de que pienses en cambiar
A nadie se le debe negar el derecho a festejar un título. Más que permitido el baño a Miguel Herrera, como los bailes, los abrazos, los gritos de júbilo y lucir la medalla de Campeones de la Concacaf… Pero después de desperdiciar un poco de tiempo, habrá que mirar bien lo que se avanzó, ¿a quién superó el equipo nacional mexicano? y, sobre todo, ¿cómo lo hizo?
No se debe valer quejarnos todo un año de que fuimos superados por Holanda con un penal inexistente, cuando realmente los naranjas nos dominaron casi toda la segunda mitad y merecieron ese triunfo y boleto, para luego salir con que así es el futbol, donde el árbitro un día te “mata” y al siguiente te regala la victoria.
Seguramente Miguel no lo hará, me quedó claro con su declaración del sábado: “Les guste o no, los resultados son buenos”. Pero el 'Piojo' debería serenarse y aprovechar el tiempo que recibe a causa de esta conquista de rebote, pues esos resultados lo dejan al frente del equipo y eso le representa, además de mucho dinero (ese no es mi tema), tiempo suficiente para revisar todo lo que hizo mal durante el verano.
No hacerlo y dejarse llevar por el ego, para gritar a los cuatro vientos que le cerraron la boca a los medios, es como celebrar que pagaste tu deuda del mes, gracias a que te encontraste tirada una cartera en la calle (la que por cierto tenía las identificaciones de un panameño).
No diré que me preocupa la evolución de Honduras, El Salvador o Canadá (si se confirma que los dos últimos se meten al cuadrangular), porque lo que les he visto no es para tenerles miedo, pero sí que el Tri siga convencido de que con su pobre nivel de juego les sobra y basta para obtener uno de los dos lugares que te llevan al hexagonal final, previo a la cita mundialista en Rusia.
De salida Ojalá que a la salida de Justino Compeán de la FMF, se confirme la llegada de Guillermo Cantú a la Dirección de Selecciones Nacionales. A Herrera le urge un poco de la seriedad y ubicación que le puede brindar el directivo necaxista. Tiempo hay, pero no para desperdiciarlo. Así que como dirían los Fabulosos Cadillacs, “esta noche es hora de que pienses en cambiar…"