Las claves de la derrota de Canelo Álvarez ante Dmitry Bivol
Dmitry Bivol logró lo que parecía imposible: derrotar a Canelo Álvarez. Repasamos los puntos clave que permitieron esa sorpresa del boxeador ruso.
La derrota de Canelo Álvarez concentra toda la atención de los deportes de contacto. El reto del mexicano era muy amplio, pero pocos creían que Dmitry Bivol tuviese opciones de llevarse la victoria. Estas son las claves del triunfo del ruso.
Bivol no se vino abajo anímicamente
Canelo Álvarez tenía ‘aura de campeón’. No es nada material, se trata de una seguridad mental que puede ser positivo y negativo. Antes Saunders y Plant fue positivo para el mexicano, ya que ambos rivales se fueron haciendo pequeños cuando notaron el poder de Canelo. Por contra, ante Bivol fue algo negativo. Este sábado ese ‘aura’ se pudo entender como exceso de confianza. Álvarez estuvo muy relajado durante toda la semana de pelea y el propio combate. Pensaba que le valía con lo que hacía y no le llegó. Bivol no se vino abajo, al contrario acabó creciendo viendo que el mexicano no era capaz de ganarle. Esa confianza en exceso es algo muy común cuando se gana tanto y tan fácil como Canelo últimamente.
Canelo no tuvo plan b
Chris Mannix le preguntó a Canelo en la entrevista postcombate, en DAZN, el motivo por el que solo había tenido un plan. “Intenté muchas cosas, pero no salieron”, se excuso. Lo cierto es que no fue así. Solo tuvo un plan, lanzar golpes potentes y esperar a que Bivol se viniese abajo. “Se equivocó al tirarme todos los golpes muy fuertes”, reconoció el propio púgil ruso tras el pleito. Fue así, él no fue capaz de variar y en la esquina solo le pedían que subiese las manos. Eddy Reynoso tampoco supo reconducir el ritmo.
Álvarez no encontró los huecos que esperaba
La guardia de Bivol fue el principal problema con el que Canelo se encontró. De hecho, el ruso incluso bromeó con ello: “Sentí su poder en mis brazos, no en mi cara”. El campeón WBA del semipesado era tan grande que se podía tapar a la perfección y no se exponía nunca. Eso fue matando las esperanzas del tapatío, que no pudo minarle como esperaba.
La velocidad y distancia de Bivol ahogaron a Canelo
Bivol demostró sus principales virtudes en este combate: inteligencia, movilidad y rapidez. El ruso lanzaba ráfagas de seis o siete manos muy veloces, solía conectar el 50% o más y rápidamente salía de esa posición. Ese aluvión provocó que Álvarez no fuese capaz de contragolpear sobre el fallo y así se vio perjudicado. El mexicano esperaba que el cansancio llegase para poder finalizar el plan. Físicamente, Bivol estuvo mejor que el propio Canelo. Fue a más durante toda la pelea.
La diferencia de peso fue notable
Cuando Canelo peleó contra Kovalev, el ruso había peleado por última vez 70 días antes y tuvo cláusulas de rehidratación. Bivol fue avisado con el tiempo necesario para poder hacer una preparación completa y se presentó en su peso real de pelea. La diferente fue clave y aunque Álvarez no quiso poner el fallo en ese punto, se notó. Canelo arriesgó mucho subiendo tanto de categoría y por primera vez notó el órdago.
Canelo acabó frustrado
Todos estos factores provocaron que Canelo acabase frustrado: no era capaz de hacer su boxeo. Ese estado de ánimo se notaba cuando se iba a la esquina y ponía malas caras y cuando en los rounds finales tomó en hombros a Bivol cuando este intentó un agarre y le hizo una especie de suplex. Fue una imagen nunca vista en el tapatío y que demuestra su frustración.