Daniel Amigo regresa a la acción después de ocho meses
El pívot de la Selección Mexicana de Basquetbol superó una seria lesión en la rodilla izquierda. Necesitó intervención quirúrgica. Ahora, estará en los Juegos Centroamericanos y sueña con el Mundial FIBA.
Daniel Amigo llevaba ocho meses imaginando cómo sería el momento en el que volvería a calzarse los zapatos para salir a la duela. Aunque fuese en un entrenamiento. Era octubre de 2023. Libertadores de Querétaro enfrentaba a Abejas de León en las semifinales del Oeste de la Liga SiSNova LNBP. No había margen de maniobra para el conjunto queretano: desventaja de 3-2 frente a los guanajuatenses. Entre la espada y la pared y, para colmo, sin uno de sus jugadores insignia. Amigo, el pívot titular, el encargado de sellar la zona pintada, iba a estar fuera de circulación por mucho, mucho tiempo. Una mala caída en el primer juego de la serie hizo añicos su rodilla izquierda. Libertadores se despidió de su centro (”será baja por el resto de la temporada, debido a que necesitará tiempo para recuperarse de una lesión”) y de la contienda por el título, sólo dos noches después; Abejas triunfó 87-77 y avanzó a las finales de la Zona Oeste.
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El pívot texano, nacido en El Paso, requirió de cirugía para reparar los ligamentos de su rodilla. Y una lenta rehabilitación. Entre tanto, Libertadores claudicó en la LNBP y Omar Quintero, coach de la Selección Mexicana de Basquetbol, solventó su ausencia con la incorporación de Josh Ibarra, quien cumplió el rol a cabalidad en las ventanas FIBA de noviembre y febrero. El lugar de Amigo estaba seguro en los ‘12 Guerreros’. La prioridad era su recuperación, la cual apenas cuadraba con el cronograma: tres competencias de alta importancia aguardan en el segundo semestre de 2023. Hasta que, por fin, llegó el día. “Un proceso muy largo. Cuando me pasó (la lesión) pensé de inmediato en el tiempo que iba a tardar en regresar. Le agradezco mucho a Dios. Cada día pasó muy rápido y tenía una mentalidad positiva. Nunca la pasé mal. Iba a día a día. Y ahora me siento muy bien y estoy muy agradecido de estar de regreso con la Selección y poder jugar”, relató Amigo en entrevista con AS.
Pese a su indisponibilidad, Amigo siempre fue considerado como un integrante, casi de facto, de la Selección Mexicana de Quintero. Apareció, de manera simbólica, en las preconvocatorias de las ventanas FIBA de noviembre y febrero, clasificatorias para el Mundial FIBA. Después, su nombre era excluido de la lista final de 14 elementos, pero el mensaje era evidente. “Agradezco a todos. A los dos Quinteros, Omar y Gustavo (asistente y head coach del equipo en San Salvador 2023), siempre estaban ahí mandándome mensajes. Siempre estuve dispuesto. Siempre voy a estar listo para jugar por México”, aseguró. Lo que hace seis meses era un gesto, hoy es una realidad. Una citación para poner manos a la obra y no para imaginar qué pasaría cuando la lesión desapareciera.
Una pieza esencial en el sistema táctico de Quintero, Amigo está listo para pisar la duela y batirse bajo aros los minutos que sea necesario. Está a las órdenes. “No es mi decisión. Es lo que quiera el entrenador. Voy a estar dispuesto para lo que me digan”, mencionó. El rodilla sanó mejor de lo esperado y ahora es tiempo de volver a la acción. Daniel Amigo reaparecerá en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y, si todo sale bien, su nombre estará incluido en la lista de jugadores que viajarán a Filipinas para disputar el Mundial de la FIBA. Quintero cuenta con él, con su pívot de confianza, su capacidad para facturar en la pintura ajena y sus largos brazos para tapar la propia. Amigo no apura nada, pero sabe que la recompensa está por llegar: “Lo tomo día a día. Primero es este torneo. Vamos a darle duro a los Centroamericanos. Vamos a ganar una medalla. Y después es el Mundial, es algo muy grande. Todos necesitamos subir de nivel. Vamos a estar listos”.