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La cábala de Sergio Goycochea para atajar penales: orinar sobre la cancha. Atajó cuatro en Italia ‘90

Aunque fue un acto de necesidad humana, ese momento de los Mundiales se convirtió en histórico para los argentinos.

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La cábala de Sergio Goycochea para atajar penales: orinar sobre la cancha. Atajó cuatro en Italia ‘90
Diario AS Participación

A lo largo de la historia en los Mundiales, hemos presenciado momentos inolvidables que quedan grabados en la memoria de los aficionados al futbol; sin embargo, hay prácticas y cábalas que se convierten en icónicas de las Copas del Mundo. En esta ocasión hablaremos de Sergio Goycochea.

Llegó a la Copa del Mundo de Italia 90 como el arquero suplente y vio su oportunidad cuando Nery Pumpido se rompió la pierna en la Fase de Grupos en contra de la Unión Soviética. La Albiceleste sumaba una victoria y una derrota, por lo que, con la lesión del arquero titular, el director técnico, Carlos Bilardo, le dio la oportunidad a Goycochea de defender los tres palos ante Rumania, el último partido del Grupo B, mismo que empataron 1-1, pero avanzaron a los Octavos de Final siendo uno de los mejores terceros lugares, instancia en la que vencieron a Brasil por la mínima diferencia.

El nacimiento de la cábala

Argentina tenía una encomienda, defender la corona que ganó en la Copa del Mundo de México 86, chip con el que llegaron a los Cuartos de Final donde enfrentaron a la hoy extinta Yugoslavia. Después de jugarse los 90 minutos y los tiempos extra, todo se definiría en los penaltis. Ahí nació la cábala, una de las más recordadas del futbol.

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La naturaleza llamó a Goycochea, no había tiempo para dirigirse a los vestidores y hacer sus necesidades fisiológicas, por lo que reunió a sus compañeros con el fin de rodearlo para taparlo de todas las miradas posibles mientras orinaba sobre el campo, en una de las porterías del Estadio Artemio Franchi.

Posterior a ello, se cobraron los tiros penales desde los once pasos y, como si se tratase de una inspiración completa, el portero argentino tapó dos disparos que lo convirtieron en la figura de ese duelo, pues la Albiceleste llegó a las semifinales del torneo para seguir con la defensa de su título obtenido en el Estadio Azteca.

Goycochea repitió la cábala

Ya instalados en las semifinales, enfrentaron a un equipo italiano que estaba inspirado por jugar en casa y el escenario se repitió, llegando a la instancia de los penaltis donde ‘Goyco’ volvió a ser el héroe de su equipo para darles el tan ansiado pase a la Final.

En esta ocasión, el portero no tenía ganas de orinar; sin embargo, por órdenes del técnico Bilardo, lo hizo en el campo, pues éste era un creyente de las cábalas dentro y fuera de la cancha. Sus compañeros lo rodearon para taparlo mientras él hacía lo propio antes de la tanda de los penaltis.

El Estadio San Paolo fue testigo de la hazaña que Goycochea consiguió, pues le dio a Argentina el pase a la Final del Mundial de 1990 al atajar dos penaltis, por lo que festejó con el puño en todo lo alto, imagen que se inmortalizó en la historia de las Copas del Mundo y que todo argentino tiene tatuado en la memoria.

El festejo tras atajar el penal de Serena contra Italia en la semifinal es mi mejor recuerdo del Mundial 90. Fue la representación más lúdica de lo que es este fútbol bendito: correr con un estadio enmudecido y escuchar sólo el grito de mis compañeros… fue como haberle atajado un penal al Gordo Mario en una canchita de Lima, mi pueblo. Me llevó a eso, ¡Aunque lo que se jugaba en Italia era mucho más importante!”, recordó el histórico portero argentino en una entrevista concedida a ESPN.

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Argentina llegó a la Final de esa Copa del Mundo con la mentalidad puesta en repetir la cábala; sin embargo, ya no hubo tiempo, pues el marcador se mantuvo en ceros hasta el minuto 86 cuando Alemania Federal anotó el gol decisivo precisamente desde los once pasos. Goycochea no pudo detener el disparo de Andreas Brehme para conquistar el trofeo de Campeón.

La historia cambió para Sergio Goycochea, pues de ser el portero suplente, aprovechó su oportunidad para defender los tres palos y hacer historia al llevar a su selección a una Final más de la Copa del Mundo, aunado, convirtió un momento en una cábala del futbol mundial.