ATL. DE MADRID 0 - 0 REAL SOCIEDAD

“Mucho ruido, pocas nueces”; Atlético de Madrid y Real Sociedad empatan sin goles en el BBVA

Las plantillas salieron con su mejor accionar en el primer tiempo, pero cambiaron a todo el equipo para el complemento.

Monterrey
Álvaro Morata tuvo un mano a mano en los primeros minutos del partido.Miguel SierraEFE

Atlético de Madrid y la Real Sociedad empataron 0-0 en el partido amistoso dentro del “Summer Tour” de LaLiga, juego que se disputó en el Estadio BBVA. El duelo en su arranque prometió calidad con la aproximación de Álvaro Morata apenas al minuto 2, pero el español no pudo aprovechar un pase largo del más coreado de la noche, Antoine Griezmann, y en su mano a mano intentó ‘clarear’ al guardameta Alejandro Remiro, quien al final desvío por la banda el balón.

A partir de ahí, el cotejo se estancó demasiado, pues entre el calor y el mal estado de la cancha del ‘Gigante de Acero’, los jugadores decayeran en los ánimos, futbolísticamente hablando, a tal grado de acabar fulminados al entretiempo por el bochornoso clima de la Sultana del Norte, que llegó a registrar 33 grados centígrados.

Para la parte complementaria, tanto Diego Simeone como Imanol Alguacil sacaron a sus titulares para darle entrada a los suplentes; el cuadro de Anoeta fue el que más insistencia tuvo al frente. En el 75′ se vio la más clara para ellos con un disparo de Diego Rico, el cual no significó un problema para Ivo Grbić, aunque pasó cerca del arco colchonero.

Cuando todo parecía acabar “con roscas” en el marcador, un penal decretado por Fernando Hernández al 82′ encendió a los más de 30 mil asistentes, pues el invitado especial se asomaba para romper el cero en los cartones. No obstante, Memphis Depay desperdició la infracción al entregarle la redonda al ingresado Unai Marrero, esto en el intento del holandés por hacer un tiro a lo “panenka”; el ex del Barcelona no se salvó de los abucheos de los aficionados en el estadio.

Pese al buen ambiente en las gradas y la emoción a tope, las escuadras dejaron que desear al entregar un resultado que por demás molestó a la mayoría del público, despidiendo a los clubes con estruendosas silbatinas.