Las fallas que pudieron meter al Atlético San Luis en el encuentro
Fueron cinco oportunidades claras, incluido el gol, aquellas que los colchoneros tuvieron ante el América para acortar las distancias.
Un panorama que se veía venir para el duelo de vuelta en semifinales, entre el América y el Atlético San Luis, era prácticamente el mismo que se vivió en el Alfonso Lastras: dominio total de las Águilas desde un inicio, llegadas constantes de peligro, y unos colchoneros replegados en su propia área; nada más alejado de la realidad en el Azteca.
Desde el arranque, la visita se tomó el partido con el carácter que ameritaba, pues no les importó que el escenario luciera prácticamente imposible de revertir (remontar un 5-0) el control y manejo de los hilos, les pertenecieron prácticamente toda la primera mitad, tanto así, que dejaron pasar, o en su defecto Luis Angel Malagón apareció en diversas oportunidades que bien los pudieron meter de lleno en el compromiso.
Con el marcador de vuelta 0-0 (el gol de San Luis cayó al 47′) y un hambre por hacerse presentes en la pizarra, el Atlético inició con acciones de peligro dignas de enmarcar, la primera de ellas, un centro al área que toda la zaga azulcrema dejó pasar, pero que ni Jordan Silva con la testa, ni Rodrigo Dourado con la diestra pudieron subir a la pizarra.
Tres minutos después, llegó la segunda oportunidad que en esta ocasión Dieter Villalpando no logró concretar. Servicio al área que el mediocampista define con pierna derecha (cuando claramente era para la zurda) y que en lugar de mandarla por abajo y pegada al palo, decidió direccionarla elevada y cerca de la ubicación del cancerbero Águila.
Al 23, sería nuevamente Malagón quien se hiciera presente para salvar al América. Tiro de esquina para los colchoneros, remate potente (ahora sí) de Silva con la cabeza, y el arquero mexicano que se lanza para evitar de nueva cuenta el primero del partido.
Te podría interesar: Aficionados del América ven de cerca el título del Apertura 2023
De igual manera, al minuto15 hubo una acción en donde Villapando manda un centro al área que Ricardo Chávez se encontró de frente; no obstante, al momento de cabecear cerró los ojos, agachó la cabeza, giro de más el cuello para así, mandar un balón que solo había que empujar con la misma dirección que ya llevaba, a un costado del arco.
A fin de cuentas, las oportunidades que tuvieron los Azulcremas en la ida, también las tuvieron los rojiblancos en la vuelta; no obstante, existió un pequeño factor que marcó distinción; la falta de acierto y contundencia.