La distracción que costó un título a Pumas ante América
En 1987 Adolfo Ríos tuvo un pequeño titubeo en el disparo de Adrián Camacho y eso abrió el camino al título del América en una de las finales memorables.
Los miles de aficionados americanistas, que vitorearon el segundo gol de Gonzalo Farfán al minuto 50 en la final de ida de la temporada 1987-1988 y que ponía el marcador global 2-2, apenas se estaban acomodando en sus butacas y no vieron el disparo de Adrián Camacho desde fuera del área que agarró descolocado al portero de Pumas, Adolfo Ríos, para poner los cartones 3-1 (global 3-2) a favor de las Águilas y así limpiar el camino a una sonora victoria y coronación de las Águilas en una final que quedará en el recuerdo de mucha gente por la pasión como se vivió aquel partido.
Una pequeña distracción costó el título, porque la posición fuera de colocación de Ríos trajo un suceso poco conocido. Y es que detrás de la portería del portero de los Pumas se apostaron varios jugadores del América que no vieron acción como Carlos de los Cobos y Luis Roberto Alves “Zaguinho” entre los más conocidos empezaron a picardear y a molestar a Ríos con gritos altisonantes que finalmente en el minuto 50 de tiempo corrido hicieron efecto al provocar que el guardameta volteara un instante hacía atrás y con ello perdiera la concentración para detener el trallazo de Camacho.
Fue un instante, un pequeño desliz de Ríos, quien jamás debió haber volteado, sobre todo por los miles de gritos e improperios que reciben los porteros en los partidos. Pero lo hizo y desafortunadamente esa distracción para buscar la cara de quien le había gritado detrás de la portería, sobre todo porque la cercanía de los americanistas hizo que identificara la voz del quien generó el insulto, provocó que encarara mal el tiro, trastabillara y no pudiera llegar al balón que entró pegado al poste derecho de su meta.
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Una historia que podía pasar como uno de los miles de leyendas urbanas que se cuentan del futbol mexicano, pero AS México, pudo corroborar la anécdota con Carlos de los Cobos, ganador de tres títulos de Liga con América que en ese duelo le tocó estar fuera de la alineación americanista y bajar a la cancha para situarse detrás de la portería de los felinos.
“Así es, fue un instante de distracción de Ríos y eso lo platiqué después con el propio Adolfo cuando fui auxiliar de Bora Milutinovic en la selección nacional y le dije lo que había pasado, de esos gritos que lo distrajeron, el estaba discutiendo con nosotros y claro, eso lo desconcentró. Insisto, yo se lo dije”.
De los Cobos miembro de aquella década gloriosa del América de los 80s y compañero ganador de títulos de jugadores como Héctor Miguel Zelada, Javier “El Vasco” Aguirre, Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Luis Roberto Alves “Zaguinho”, Adrián Camacho, entre varios más también añadió que en esa final del 87-88 “esta jugada nos abrió el camino a la victoria y la coronación”, reconoció el ex mundialista en 1986 y titular indiscutible en el América.
Ese fue el último clavo al ataúd de Pumas y echó a perder la reacción que habían logrado con el gol de Luis Flores al final del primer tiempo del duelo definitivo en una tarde soleada en el Azteca y donde al final América se impuso 4-1 en ese domingo y global 4-2.