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100 HISTORIAS MUNDIALISTAS

El día que Atlético Kimberley salvó un partido de Mundial

Una confusión causó que Francia jugara de verde y blanco en el último partido de fase de grupos del Mundial de Argentina ‘78 ante Hungría. Un equipo marplatense salió el rescate.

Ciudad de MéxicoActualizado a
El día que Atlético Kimberley vistió a Francia de verde y blanco
Explosión Sandía

El 10 de junio de 1978 quedó marcado en la historia de los Mundiales. Fue el día en en el que un equipo de Segunda División salvó un partido de Copa del Mundo (y a la FIFA y a las selecciones contendientes de un papelón). El Estadio José María Minella, en Mar del Plata, fue el escenario en el que las selecciones de Francia y de Hungría se enfrentaron en el último encuentro de la ronda de grupos correspondiente a la Copa del Mundo de Argentina 1978. A pesar de que ambas escuadras ya se encontraban eliminadas de la competición el duelo dio la vuelta al mundo por una extraña circunstancia: Francia, de ¿verde y blanco?

Ambas selecciones cayeron en sus primeros dos compromisos. Francia sucumbió en el debut ante Italia. Lacombe adelantó muy temprano a los galos, pero Rossi y Zacarelli le dieron la vuelta al encuentro. Después, ‘Les Bleus’ se midieron contra el anfitrión. Ante un ambiente hostil, los dirigidos en ese entonces por Michel Hidalgo cayeron 2-1 ante Argentina y se despidieron de cualquier posibilidad para avanzar. Los húngaros también caerían ante la Azzurra y la ‘Albiceleste’, por lo que llegaban en las mismas circunstancias que los franceses. El partido no tenía demasiada trascendencia, sin embargo, pasó la historia de los Mundiales.

El día que Atlético Kimberley vistió a Francia de verde y blanco
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Francia derrotó 3-1 a Hungría en un partido insólito en la historia de los Mundiales.Explosión Sandía

Confusión

La FIFA debía elegir qué equipo iba a jugar de blanco y cuál con su tradicional uniforme, debido que los colores azul y rojo podrían confundirse en una televisión a blanco y negro, las cuales aún era comunes en la época. En febrero, la organización envió un comunicado a cada selección: los galos vestirían de blanco mientras que los húngaros saldrían al campo su camiseta roja tradicional.

Sin embargo, a principios de mayo, FIFA cambió de decisión y optó por que Francia utilizara su indumentaria tradicional, mientras que Hungría tendría que llevar el blanco. El dirigente de la Federación Francesa de Fútbol, Henri Patrelle, no prestó atención al nuevo comunicado, considerando que era innecesario.

Llegó el día del partido. Ambos llegaron al estadio. ‘Les Bleus’ lo hicieron con uniforme blanco, debajo de su ropa de entrenamiento, igual que los magiares. Michel Hidalgo notó que había un problema. Se acercó al defensor Péter Törok y le soltó la pregunta, cuya respuesta ya se esperaba:

-”¿Camisa blanca?”, preguntó Hidalgo.

-Camisa blanca”, fue la respuesta de Török, seguro de que los galos traían su uniforme azul.

Atlético Kimberley, al rescate

El árbitro Arnaldo Cézar Coelho se preguntó a los jugadores franceses sobre la ubicación de sus cascas azules. La respuesta: a 400 km, en Buenos Aires. La situación impidíó que el partido se celebrara a la hora pactada; fue demorado casi 45 minutos. Fueron los directivos de un conjunto argentino de Segunda División afincado en Mar del Plata, Atlético Kimberley, quienes prestaron un lote de su camiseta a los franceses. Un nuevo problema se les presentó a ‘Les Coqs’ los jerseys no tenían los números asignados a cada jugador. Dominique Rocheteau (quien portaba el ‘18′), tuvo que jugar con el ‘7′ debido a la numeración acostumbrada en Argentina; Olivier Rouyer, que utilizaba el ‘20′ tomó el ‘11′, y así sucesivamente.

Francia se impuso 3-1 gracias a los goles de Christian López, Marc Berdoll y Dominique Rocheteau; Zombori hizo el tanto de la honra para unos húngaros que se tuvieron que despedir del Mundial sin lograr un solo punto.

Italia y Argentina se jugaron el primer puesto del grupo horas más tarde. Sin embargo, todos los flashes y las miradas, apuntaron al histórico suceso en el que un modesto club argentino salvó un partido de Copa del Mundo.