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COPA LIBERTADORES

Diez momentos memorables de equipos mexicanos

Del gol de Palencia en El Gigante de Arroyito a la goleada de Chivas a Boca Juniors. Estos son los 10 momentos culminantes de clubes mexicanos en la Copa Libertadores.

Actualizado a
El episodio entre Chivas y Boca en 2005 es uno de los más recordados protagonizados por un equipo mexicano en Copa Libertadores.

1. Tormenta de goles en el Azteca. En la que es la máxima goleada de un equipo mexicano en la historia de la Copa Libertadores, el América demolió 8-2 al Olimpia en la fase de grupos de la edición de 2000, con goles de Cuauhtémoc Blanco (x3), Carlos Hermosilo (x2), José Luis Calderón, José Luis Salgado y Pavel Pardo. El América avanzó hasta las semifinales, donde caería eliminado a causa de un gol de Walter Samuel en el último minuto de la serie. 

2. La caricia de Palencia. El Cruz Azul sufría el sopor del Gigante de Arrollito rosarino. Ganaba el 4-3 el global ante Rosario Central. Acosados, los "cementeros" soportaban como podían. Al minuto 44, Palencia, omnipresente, acarreó la pelota tras robarla en medio campo. Cedió para "El Matute" Morales, quien punteó el cuero de vuelta a Palencia. El "Gatillero" abrió el botín y vio la arremetida de Tomás Campos, quien se internaba sin marca en el área por la banda izquierda. Campos, de un toque, devolvió el balón al centro donde ya aguardaba Palencia, quien con ademán de bailarín, muy estético, muy sutil, como golpeando con una flor, acarició el balón que se recostó en las mallas rosarinas. La furia del festejo contrastó con la delicadeza del gol. Cruz Azul alcanzó la final de la Copa Libertadores y el Gigante de Arrollito fue un gigante arrodillado.

3. Un grito entre el silencio. La Bombonera de Boca Juniors bullía. El equipo de Carlos Bianchi había ganado el partido de ida al Cruz Azul y aguardaba la vuelta con los ánimos encendidos. El Cruz Azul, no obstante, lució gallardo y sereno mientras el infierno se presentaba ante él. Eran otros tiempos, también es cierto. Tras apagar el ímpetu de Boca, Cruz Azul se abalanzó contra el arco de Óscar Córdoba. Justo antes de que el primer tiempo expirara, Palencia, atento en el área chica tras un tiro de esquina, pescó un misil de Cardozo y puso la pierna para impulsar el balón. Su grito podía cortar el silencio por rajadas. Quedó escrito que Cruz Azul ganó en la Boca una final de Copa Libertadores. Los penales, otra historia.

4. Aquelarre. El América fue eliminado por el humilde Sao Caetano en 2004. La noticia no fue esa, sino el pandemónium que se desató tras el partido. Tras un tiro de esquina, Cuauhtémoc Blanco se encaró con Anderson Lima, defensor brasileño. Desquiciado, el 10 del América soltó un codazo a la quijada del defensa, quien cayó al césped. El golpe desató la refriega. Cuauhtémoc fue expulsado y, segundo después, el árbitro señaló el fin del encuentro. Los jugadores del Sao Caetano se burlaron, aleteando y dando saltitos, y la escaramuza comenzó. El portero Fabiano liándose a golpes a mano limpia con un utilero del América, aficionados que saltaban de las gradas para internarse en la pelea, Frankie Oviedo y Hugo Castillo pateando rivales. Todo empeoró cuando más aficionados del América empezaron a invadir el campo, armados con palos, tubos y hasta una carreta. El plantel del Sao Caetano huyó despavorido. Cuauhtémoc Blanco fue suspendido con un año sin participar en un torneo de Conmebol y el Azteca vivió una de sus noches más abominables. 

5. Jarabe tapatío. Las Chivas se encontraron con Boca Juniors en los cuartos de final de la edición de 2005. El partido de ida resultó una bacanal jalisciense. 4-0 a favor del 'chiverío', con goles de Omar Bravo, Johnny García, Juan Pablo Alfaro y Adolfo Bautista. Inolvidable, sobre todos, el tanto del "Bofo"; control sobre el aire, media vuelta y punterazo al ángulo izquierdo de Abbondanzieri. Boca Juniors salió humillado del Jalisco. La noche grande de Chivas.

6. El escupitajo de la deshonra. Al partido de vuelta, las Chivas soportaron la acometida de un impetuoso pero ineficiente Boca Juniors. Jesús Corona, refuerzo de los tapatíos para la copa, tapó todas las opciones xeneizes. 0-0, cuando faltaban poco menos de 10 minutos para el final de la serie. Las Chivas ya veían la otra orilla. Entonces, Adolfo Bautista recibió una falta cerca del área. Al levantarse, levantó cuatro dedos de su mano derecha, en clara alusión a los cuatro goles de ventaja que tenía el Rebaño. El partido descendió a un torbellino violento. Empujones, encares, manotazos. Bautista fue expulsado del partido junto con Martín Palermo. Mientras salía del campo, el técnico de Boca, Jorge José Benítez, se acercó al "Bofo" y le escupió en la cara. Mientras se limpiaba el torpedo salival, Bautista era cubierto de los proyectiles que le llovían de la grada por los escudos de los policías. Cuando el partido iba a reanudarse, varias bengalas cayeron cerca de la meta de Corona. El partido fue suspendido definitivamente. 

7. Maracanazo II. Uno de los peores América de la historia labró una de las historias más grandes en la historia de la Copa Libertadores. Tras un torneo nefasto (Clausura 2008), donde terminó como último lugar de la tabla general y después de un carrusel de técnicos (Tena, Brailovsky, Romano), las "Aguilas" habían clasificado milagrosamente a los octavos de final de la Copa Libertadores al ganar sus tres duelos en el Estadio Azteca. El rival en turno fue el Flamengo, equipo que recién se había consagrado como campeón del Torneo Carioca. Además, el América apenas había estrenado a su cuarto entrenador en 10 meses: Juan Antonio Luna. La ida terminó 4-2 a favor de los brasileños. Todo parecía sentenciado. Sin embargo, un milagro ocurrió. Una actuación inconmensurable de Salvador Cabañas, quien ese día se convirtió en ídolo americanista, confirió al América una victoria insospechada y colosal de 3-0, en el mismísimo Maracaná. Nadie lo habría vaticinado, ni el más acérrimo americanista.

8. Intimidación mucosa. En plena crisis sanitaria por la epidemia de influenza AH1N1, Hector Reynoso protagonizó un episodio bochornoso. Las Chivas se enfrentaban al Everton de Chile en el último partido de la fase de grupos para ambos equipos. Tras un rifirrafe en un tiro de esquina, Héctor Reynoso se encaró con Sebastián Penco. Primero amagó con escupirle. Luego, se tapó una fosa nasal y simuló "arrojar mucosa" de su nariz, por decirlo de alguna forma. El defensor de las Chivas fue suspendido por la Conembol por sus secreciones nasales y las Chivas no volvieron a jugar en aquella edición de la Copa Libertadores, por el temor de los equipos a viajar a México en medio de la alerta causada por la pandemia. 

9. La Boca huele a azufre. Un melancólico Toluca se plantó en la Bombonera bonaerense (un escenario ad hoc a los mexicanos, al parecer) para enfrentar a Boca Juniors en el estreno de ambos en la Copa Libertadores. A pesar de arrancar perdiendo por el gol de penal de Santiago Silva, los Diablos Rojos guiados por Enrique Meza se hicieron con el control del partido. Un bochazo de Edgar Benítez y una obra de arte de Carlos Esquivel, a pase filtrado de Sinha, firmaron la remontada con recital incluido del Toluca. Fue la segunda ocasión que un equipo mexicano ganó en La Boca. La primera ya la hemos reseñado. 

10. Tan cerca, tan lejos. Minuto 90 en el Estadio Independencia de Belo Horizonte. Los Xolos de Tijuana tienen un penal a favor ante el Atlético Mineiro de Ronaldinho. El marcador global está empatado a tres y los dos goles de visita que hicieron los albinegros en Tijuana les bastaría para clasificar a las semifinales del torneo. Duvier Riascos se planta frente al balón. Todo o nada. El gol catapulta a los Xolos, debutantes, con sólo seis años de vida, a un paso de la final continental. El misil de Riascos, al centro del arco y a media altura, fue repelido por Víctor, quien ya se había lanzado hacia su izquierda, pero tuvo la osadía de dejar la pierna izquierda extendida. El frenesí se desató en Belo Horizonte. Xolos, tan cerca y tan lejos.