CHIVAS

Javier Hernández vuelve a Chivas en medio de lágrimas

Javier Hernández Balcázar se fue de Chivas hace 14 años, como una joven promesa. Ha vuelto este sábado convertido en leyenda. Más de 40 mil personas le han dado la bienvenida en un repleto Estadio Akron

Guadalajara

La historia tiene siempre reservado un lugar especial para personas especiales. Llegar a ese rincón es algo por todos deseado. Por pocos alcanzado. Javier Hernández es uno de esos elegidos. No por carisma, que lo tiene. Ni por sus raíces rojiblancas, que las tiene. Tampoco por sus goles, que los ha hecho a racimos. Lo tiene por el inmenso cariño que es capaz de generar en los aficionados.

Noche de sábado. Noche de cumplir promesas. Noche de reencuentros. Noche de lágrimas. Noche de emociones desbordadas. Noche de más lágrimas. Noche de volver a ponerse la sagrada camiseta del Rebaño Sagrado. Noche de piel erizada, una vez… dos, tres y más. La noche de Chicharito. La noche en que ha vuelto el Hijo Pródigo.

Javier Hernández Balcázar se fue de Chivas hace 14 años, como una joven promesa. Ha vuelto este sábado convertido en leyenda. Más de 40 mil personas le han dado la bienvenida en un repleto Estadio Akron. Algo nunca visto en el futbol mexicano. Algo que la historia recordará durante mucho tiempo. Porque Chicharito, el nieto de don Tomás, el ídolo de la nación rojiblanca, ha cumplido su promesa: volver para cerrar su carrera en donde todo comenzó.

Un círculo virtuoso. Un acto casi poético. Jorge Vergara le abrió las puertas para irse al Manchester United. Hoy, don Jorge no está más en el plano terrenal. Su hijo, Amaury, le abre las puertas de nuevo al 14, esta vez para volver. Por eso, la noche de este sábado, la noche de Javier, ha estad cargada de momentos emotivos. Uno tras otro, sin parar.

Primero, el protocolo. Muy cerca del vestidor del Guadalajara, Javier Hernández se ha reunido con Amaury Vergara y Fernando Hierro, director deportivo del club, para firmar su contrato. Manos estrechándose. Abrazos emotivos. Ojos vidriosos. “Es muy simbólico tu regreso, simboliza el ciclo perfecto de un jugador de la cantera de Chivas”, le dice el dueño del club.

Más tarde, Javier Hernández se mueve por los pasillos de la zona baja del estadio. Esta es su nueva casa. Saluda a capitanes de los equipos de categorías inferiores. También estrecha las manos de Carolina Jaramillo y Blanca Félix. “He estado con un nudo en la garganta todo el día”, les dice. Emoción verdadera, de esa que estremece un corazón.

Las lágrimas aparecen poco después. Cuando abraza a Ramón Morales, el llanto aflora. Compañero de equipo. Mentor futbolístico. Amigo. Enseguida se estrecha con Adolfo Bautista, Carlos Salcido y finalmente Víctor Guzán. Actual capitán del Guadalajara. Enseguida, pasa al vestidor. Lo reciben todos los integrantes del plantel.

Saluda a cada uno. Los más jóvenes denotan la impresión de estar frente al ídolo. Hoy es su compañero. Como sacado de un cuento. El abrazo es más prolongado cuando llega con Jesús Sánchez. El único que queda en el equipo de cuando Javier Hernández se fue en 2010, para comenzar con el Manchester United una exitosa carrera en el extranjero.

En la grada, 40 mil personas le esperaban. Estadio lleno. Algo nunca visto en México para una presentación. La salida de Javier es espectacular. Fuegos artificiales. Cánticos de la gente coreando su nombre: “Olé, olé, olé, olé, Javier, Javier”. Cuando llega al centro del campo, aparece también Amaury Vergara. “Chicha, cumpliste tu promesa y todos te queremos dar la bienvenida a tu casa. Bienvenido, esta es tu casa”, le dice.

Enseguida, le proyectan en las pantallas, palabras de tres mentores futbolísticos: José Luis Real, Alex Ferguson y Carlo Ancelotti. “Ninguno olvida el gol que marcó en los Cuartos de Final de la Champions League contra el Atlético de Madrid. Ahora vuelva a Chivas, el equipo en que creció, desde el Real Madrid le deseamos lo mejor para su futuro”, dice el técnico Merengue.

Escucha palabras grabadas años atrás de Tomás Balcázar (en paz descanse). El abuelo. El origen del amor de Chicharito por Chivas. Javier llora en el centro del campo. También hablan sus padres. Su abuela. Tenerlo de regreso en Guadalajara es significativo para la familia. Una de las más altas notas emotivas de la noche.

En la recta final de la emotiva velada, es Javier quien toma el micrófono. “Quiero empezar preguntándoles si se acuerdan lo de imaginar cosas chingonas. Les pregunto si lo recuerdan porque hay una persona muy especial para mí que es don Tomás Balcázar, una auténtica leyenda del Campeonísimo. Créanme que es el pilar del por qué amo a Chivas, por qué decidí jugar con Chivas y por qué decidí regresar a Chivas”, explica.

No hay una palabra, no hay una fórmula para poder decirles cómo se logra lo que se puede lograr en esta vida, pero lo que siempre aprendí de mis compañeros, de Bofo, de Ramón, Salcido, mi abuelo, todas estas leyendas desde el Campenísimo, hasta el equipo con el que quedé campeón, con Venado, Bofo y Bravo arriba, luego con mis compañeros que tuve la fortuna de estar mucho tiempo, es que si Chivas se define por algo, es por valentía”, continúa.

“Y les voy a explicar por qué. Porque tiene los huevos de jugar con puros mexicanos. Irrefutable eso y me da igual lo que otros hagan. Chivas está en otra carrera, Chivas está en la de darle oportunidad a los mexicanos. Oportunidades como esta, que hay un jugador de futbol aquí y hay tantos mexicanos, tantas personas de todo el mundo que nos estamos uniendo no sólo para celebrar algo, sino por lo que sabemos que viene. Porque si todo México y partes del mundo siguen hablando de Chivas, gane o no gane es porque Chivas siempre ha sido peligroso. Chivas siempre será grande. Siempre. Siempre”, añade Chicharito.

Y voy a terminar con esto, chivahermanos, con dos cosas: una, que no hay palabras para agradecerles que hayamos hecho historia al haber llenado un estadio y uno de los mejores de Latinoamérica para recibir a un canterano, llámese como se llame. Y segundo, chivahermanos, esto sí se los voy a pedir. Allá abajo me recibieron mis compañeros. Chicharito no hubiera podido sin sus compañeros. Chicharito no hubiera podido sin ustedes. Chicharito no hubiera podido sin la familia”, agrega.

“En nuestro país creo que lo que más hace falta es unión, carajo, unión. Y vean esto que se generó. Se puede, se puede y se puede. Lo único que les voy a pedir, chivahermanos, como me quieren apoyar a mí, nos apoyen a todo el equipo. Aquí se apoya a Chivas. Y Chivas siempre será la prioridad. Yo me encargaré de que en el equipo todos nos partamos la madre, pero quiero que por favor sigamos demostrando por qué somos la mejor pinche afición del mundo. Porque se apoya en los goles, se apoya cuando se falla, pero se apoya porque Chivas es muchísimo más que un partido. Chivas es el club más grande que ha existido y existirá en este pinche país. Los amo y muchas gracias”, concluyó.

Javier Hernández ha vuelto. En el recuerdo del futbol mexicano quedará esta noche plagada de emociones. Noche de abrazos. Noche de historia Noche de reencuentros. Noche de cumplir promesas. Noche de lágrimas. La noche de Chicharito, el futbolista que se fue como una esperanza y volvió convertido en leyenda.