Paulina Dávila recibió cartas de las hijas de Graciela Fernández y Chespirito para interpretar a su madre
Graciela Fernández, primera esposa del comediante, cuya vida personal había permanecido alejada del ojo público hasta ahora.
La serie “Chespirito: Sin Querer Queriendo” ha desatado una ola de reacciones, no sólo por lo que se muestra en pantalla, sino también por lo que implica revivir momentos íntimos de la vida de Roberto Gómez Bolaños.
Uno de los aspectos más comentados es la historia de Graciela Fernández, primera esposa del comediante, cuya vida personal había permanecido alejada del ojo público hasta ahora.
En una entrevista para el TikTok de Aura Series, la actriz Paulina Dávila, quien interpreta a Graciela en la bioserie de HBO Max, confesó que su acercamiento al personaje se construyó con base en documentos personales proporcionados por dos de los hijos de Chespirito, Paulina y Roberto Gómez Fernández.
“Para mí fue muy especial interpretar a Graciela y encontrar en ella una honestidad por lo que vivía”, explicó Dávila. Destacó el reto de encarnar a una mujer que enfrentó circunstancias complejas por su rol dentro del matrimonio con un hombre que se volvería una leyenda en el entretenimiento latinoamericano.
La actriz también reveló que recibió cartas escritas por los hijos de Graciela, en las cuales describían cómo era su madre. Gracias a este material, Paulina logró construir a una mujer con gran intimidad emocional y un profundo sentido de la privacidad, alejada del protagonismo mediático.
Aunque no tuvo una relación cercana con todas las hijas de Gómez Bolaños, Dávila agradeció la confianza de quienes sí colaboraron, ya que su testimonio fue clave para dar vida a una figura tan humana como Graciela. “Era una mujer muy privada y que le importaba mucho serlo”, comentó.
El impacto del personaje no ha pasado desapercibido. Paulina Dávila ha recibido múltiples mensajes positivos sobre su actuación, lo cual considera “el mejor regalo de todos”. Para ella, ver que el público conecta con su trabajo y con la figura de Graciela representa una validación emocional de su esfuerzo.
En la serie, Graciela Fernández es retratada como una mujer reservada, digna y fundamental en la vida de Chespirito, incluso sin buscar el reconocimiento público. Su presencia en la trama representa un contrapeso emocional frente a otros personajes más mediáticos, y ayuda a redimensionar la historia personal detrás del ícono televisivo.
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