¡Y Jesús fue ignorado y su ira alcanzó a todos!
Les quiero compartir una historia que me acaban de compartir y que termina con un final triste y que me quitó mucha de la poca fe que aún tengo en el futbol mexicano. Advierto me llega desde uno de los frentes que han peleado por el control del preciado tesoro, llamado Selección Nacional. Así que como tal se las comparto y ya me dirán ustedes si es creíble o no.
A ver, al final soy alguien positivo que cree en los buenos arreglos y en las personas inteligentes y en esta historia, todos (o casi) lo son, por lo que espero que recapaciten y jalen todos para el mismo lado.
Todo comienza con el Señor del Futbol (mexicano, pues), el que manda, aglutina y ejerce su poder sobre el balompié azteca, quien aceptando que no se estaba haciendo más joven, decidió juntar a dos de los personajes más influyentes de la Liga BB, uno, reciente Campeón del torneo local y a quien identificaremos en este cuento como el Tuzo Mayor; otro, con un Bicampeonato tan fresco que aún trae la resaca. A él lo conoceremos como el Zorro. A la reunión agregó la presencia de otro gran personaje, les apuesto lo que gusten que adivinarán en caliente de quién se trata.
Todo marchó bien en la primera cita, a la que se fueron sumando un par más. El Señor del Futbol aceptó que para cambiar el deporte que tanto ama, había que encarar cambios radicales y profundos. El clásico, “se van todos”. Lo pensó bien y terminó dándole el sí a la idea de cortar a toda la plana directiva, de la Liga BB y a la cúpula federativa; buscar a un renombrado entrenador que recientemente trabajó en Inglaterra, un “Loco” sudamericano; buscarle un asesor del mismo nivel; confirmar y apresurar el regreso del futbol Azteca a las competiciones sudamericanas y dejar de manejar todo desde una oficina en Avenida Chapultepec.
“Sí, venga, lo haremos”, dijo el Señor del Futbol y cerró el acuerdo con un apretón de manos. Nadie lo podía creer, el cambio venía en camino, en asiento de primera clase. Qué quinto partido, ¡vamos por la Final, carajo!
Pero, esta es la tierra del “no pasa nada, así lo dejamos”, así que días después, el Señor del Futbol buscó al Tuzo Mayor, quien supuestamente ya había arreglado la firma del Loco, que se había animado a venir a dirigir a la Selección Azteca. Le dijo que solamente le quería pedir un favor, que aceptara en su equipo de trabajo a un ex directivo universitario, bueno para eso de las Copas y que por alguna razón recibió repentinamente la bendición del Zorro, para encargarse de revisarle las manos al nuevo proceso.
Nada, ahí se vino abajo todo, el Tuzo Mayor se ocultó de inmediato en su madriguera y canceló toda comunicación al sentirse engañado.
Lo demás ya se lo imaginarán. De inmediato saltó de la nada una campaña de desprestigio contra el Loco entrenador, que incluso fue atacado por un “Piojo”, que ya andaba en campaña en varios medios, prometiendo que ya no sería tan agresivo que andaba en tratamiento.
Nadie en su sano juicio le creería al Piojo que dejaría de saltar sobre las cabezas de la gente, es su naturaleza. Pero al cancelarse el plan B de la Selección Azteca, que me dicen que era uno de los famosos actores de los años 80, los hermanos Almada, el Piojo tomó fuerza e incluso se apareció ante los federativos con un “plan” de transformación del balompié nacional.
Ya pues, hasta aquí les dejo este guion que la verdad no me suena nada creíble, no, no, no. Nuestro futbol es serio y en sus entrañas no suceden estas cosas tan bizarras.
Lo bueno es que ya llegó el fin de semana y Yon de Luisa, presidente de la FMF, nos prometió que el lunes 30 de enero, todos conoceremos por fin al nuevo entrenador del Tri. ¡¡¡¡Qué emoción!!!!