Soltando Amarras

Este fin de semana conocí a Alejandro y Vital Irigoyen, como el propio Alejandro diría, en esta vida no hay coincidencias. Y hoy me encantaría contar la historia de esta familia y su proyecto “Soltando Amarras”.

El 10 de marzo del 2019 Alejandro, Bernardette y sus tres hijos: Alexa de 9 años, Diego de 7 y Vital de 4, emprendieron un viaje por todo el mundo, en velero sin más tripulación que ellos mismos. La travesía duró 3 años 4 meses.

Llevaron una bandera y un mensaje de paz por todo el mundo y en cada puerto que tocaron. Un mensaje que cobró mayor sentido y fuerza durante la pandemia, donde se quedaron 4 meses anclados en Egipto, poniendo en riesgo la aventura que llevaba más de un año y que todavía faltaba más de la mitad.

Alejandro y Berna tenían el objetivo que sus hijos convivieran con la naturaleza, pero este viaje les dio las máximas lecciones de vida; un núcleo familiar sólido, crecieron en lo personal, en el matrimonio y como familia. Los niños estudiaron a distancia, empezaron a hablar inglés e incluso algunas palabras en francés o en algún otro idioma de los puertos que tocaban.

El mar y su inmensidad, su profundidad y sus peligros, les enseñó a trabajar en equipo, a manejar crisis y a no quitar el foco de lo importante, porque hay que seguir navegando. No existe oportunidad de rendirse.

Con más de 60,000 km recorridos, 30 países visitados la familia Irigoyen Sánchez son maestros de soñar; soñar en grande, pero sobretodo llevarlo a cabo. ¿Qué harías hoy si no tuvieras miedo? Las lecciones y vivencias que se pueden tener, soltando amarras.

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