Salieron de mañana, los viejos fantasmas
En el influyente show del Gobierno Federal, conocido como “La Mañanera”, se le dio un valioso espacio a la exhibición de un costal de datos que dejan mal parado al futbol mexicano, algunos de sus dueños, usos, costumbres y métodos de trabajo. Eso sí, también debo decir que la mayoría de lo mostrado no destapa casi nada nuevo, con excepción de conocer algunos de los socios del Club Pumas de la UNAM, entre ellos el consejero del INE, Ciro Murayama, que igual podría ser socio de una panadería y no tendría nada de ilegal.
Por cierto, Murayama Rendón ya aclaró el asunto: “Soy asociado de la AC (Asociación Civil) de Pumas (uno de los 450 socios), sin fines de lucro. Pago 7 mil pesos al año y recibo 2 boletos para ir a la grada del Palomar en CU. No tomo decisiones. No recibo un céntimo”.
En fin, el resto fue hablar del pasado, de asuntos ya publicados incluso por el mismo periodista del reportaje titulado “El Cártel del Gol”, del que, por cierto, no se había desprendido una sola demanda, reclamo o aclaración… hasta este viernes.
Para nada critico al periodista Amir Ibrahim, quien presentó su trabajo, invitado por Andrés Manuel López Obrador; hizo aún más visible su trabajo y el de otros muchos profesionales de la información deportiva que durante muchos años, más de 15, han publicado la mayoría de lo difundido hoy en Palacio Nacional. Incluso a mí me tocó ser director de uno de esos medios que destaparon muchos de los asuntos mencionados hoy, hace más de una década.
Por lo mismo, porque muchos de esos temas ya tienen tiempo exponiéndose, de inmediato vino la justificada respuesta de la FMF y la Liga Mx, quienes ciertamente pueden reclamar que desde hace tiempo han trabajado en la regulación de agentes de jugadores (aunque creo que no con los mejores resultados, pero en esas andan); atender las solicitudes de la Unidad de Investigación Financiera, entregando desde estados financieros y declaraciones anuales, hasta reportes legales de comportamiento hacendario; en las medidas de seguridad, dentro y fuera de los estadios, para que no se repitan los lamentables hechos que pudieron costar vidas en Querétaro, y en el protocolo contra la desigualdad de género, racismo y exclusión.
Por ejemplo, hace rato que ya no se registran dobles contratos en la Liga y eso es algo que no fue ganado por el periodismo y las denuncias, sino porque las autoridades los apretaron hace al menos cuatro años.
En resumen (y puedes encontrar aquí mismo, en AS.com, la nota completa con las denuncias vertidas por Amir Ibrahim), no leí nada nuevo, nada que me sorprendiera, nada que antes no le hubiera costado el trabajo a algunos periodistas que conozco. Me alegra que se avanzara, me alegra mucho por el nuevo futbol y por el futuro. Lamento el oportunismo de los políticos, que utilizan vieja información para distraer en lugar de hacer su trabajo y castigar a quienes transgreden la ley, dentro o fuera del deporte, se llamen como se llamen.
De salida
Me tocó estar en el Estadio Ciudad de la Educación y solo quiero decir que me dejó triste ver tan mal a Neymar, al final del juego. Le pegaron los serbios y se perdió dos partidos de la fase de grupos; regresó en Octavos de Final, ante Corea del Sur, para ser el 10 que revolucionó a Brasil.
Pero ayer ni esa espectacular pared con Lucas Paquetá ni el posterior regate a Dominik Livaković, en un palmo de terreno, pudo significar que el Scratch recuperara la Copa que no ha podido volver a levantar desde 2002. Lo lamento por el ‘Juego Bonito”.