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México

Amistosos, oficiales, juveniles o infantiles los partidos México vs. Estados Unidos siempre dejan secuelas. El de mañana ofrece una nueva lectura: se trata del primero que dirigirá Mauricio Pochettino enfrentando a México. Por donde se le vea, la decisión de los Estados Unidos al colocarlo como entrenador es muy futbolera. Dicho de otra forma, no es un técnico nacido o desarrollado en su sistema como parte del sólido andamiaje estructural que llevó a los estadounidenses a competir en las últimas décadas: Pochettino llega para cambiar el estilo de juego de los Estados Unidos más allá de su “americanísima” organización; algo que Klinsmann intentó, pero falló.

Pochettino desciende de Bielsa, en sí mismo no es un entrenador escolástico y sin embargo pertenece a una escuela tradicional: la que se fundó en Newell’s hace más de 30 años en donde además de ser un defensa con buen criterio para salir jugando, meter la pierna y leer muy bien los momentos de un partido y las claves del rival, era un destacado discípulo del entrenador. Pochettino escuchaba y sobre todo, hablaba: los jugadores que hablan en el campo y se expresan bien fuera de él declaran de forma temprana su vocación de entrenador.

En el futbol hacen falta décadas para desarrollar una escuela: antes de ser homologada su fundador tuvo que modificar comportamientos, rebelarse contra algunas leyes, imponer condiciones en todos los campos y conseguir discípulos. Cuando un entrenador logra que su equipo juegue dos temporadas igual, ha encontrado un método. Cuando alcanza fases finales utilizando el mismo método, obtiene reconocimiento. Cuando gana su primer título, a ese método le llaman estilo. Cuando algunos equipos intentan detenerlo, es porque el estilo se volvió una tendencia, y cuando el resto de equipos deciden imitarlo, ese estilo se ha convertido en una nueva corriente de juego.

Pero la escuela de un entrenador queda oficialmente establecida cuando los futbolistas que dirigió se retiran y destacan como entrenadores. Rinus Michels dirigió a Cruyff y Cruyff, confirmó la escuela de Michels. Cruyff dirigió a Guardiola y Guardiola, desarrolló la escuela de Cruyff con la evolución de la suya: eso que algunos llaman “guardiolismo”. En aquel Newell ‘s de principios de los noventa coincidieron dos jóvenes que asimilaron desde el primer día el profundo ideario del técnico que los debutó. Eduardo Berizzo y Mauricio Pochettino son fundamentales para entender la herencia de Bielsa.

Es importante ver, atender y disfrutar de una nueva versión de la Selección Nacional Mexicana dirigida por Javier Aguirre, sí; pero también lo es saber qué tipo de evolución e interpretación del juego vamos a ver en la Selección de los Estados Unidos, nuestro principal rival, a partir de mañana.

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